La pregunta está en el aire:
¿es Gran Hermano un formato caduco o realmente los realities con gente anónima
ya no triunfan? El gran éxito de la actual edición de Supervivientes con
audiencias que no bajan del 20% gala tras gala y el batacazo de la última
edición de Gran Hermano, que apenas cosechó un 14% de share medio, ha puesto
sobre la mesa de los directivos de Telecinco esta disyuntiva.
La respuesta es difícil de
saber. Pero podríamos buscarla desde diferentes perspectivas. Supervivientes no
es un formato tan quemado como Gran Hermano. Telecinco ha abusado últimamente
de GH con ediciones casi sin parar de famosos y anónimos mientras que aunque lo
quisiera, no puede hacer más de una edición de Supervivientes al año ya que
donde se graba, se graban otras ediciones del programa de supervivencia de
otros países por lo que la “isla” está ocupada. Y demasiado caro es emprender
una aventura en solitario y desde cero en otra ubicación.
El casting es un elemento
fundamental. GH lleva errando unos cuantos años con castings nefastos, y la
osadía de meter a 100 concursantes en la casa desde el primer día, confundir al
espectador y perfiles sin una personalidad “diferente” como en otras ediciones,
ha provocado que a la audiencia no le interese el formato. En cambio,
Supervivientes ha apostado por un casting muy potente con famosos como Raquel
Mosquera, Maite Zaldívar, Francisco, Alberto Isla o María José Ruíz entre sus
concursantes y con el salseo que esto supone de sus defensores en plató. La
familia Pantoja siempre tiene una silla reservada en este reality.
El efecto presentador
también es una pieza clave. GH era casi un “programa de autor” y la sombra de
Mercedes Milá es alargada. Parte de la audiencia no perdona a Jorge Javier “haberle
quitado el programa” a la catalana pero por naturaleza, sí que Supervivientes es
su programa natural y ahí no hay nada que “penalizar”. ¿Es la vuelta de
Mercedes Milá un talismán para el resurgir de Gran Hermano? ¿es el GH de gente
anónima un formato caduco? ¿y un GH VIP con Milá al frente como presentadora?
Son muchas las preguntas y líneas de actuación que se plantean en Telecinco
para no dejar morir a su reality más longevo.
Una cosa está clara, contra
todo pronóstico y pese a su longevidad y la supuesta “crisis de los realities”
Supervivientes no ha acusado la bajada de audiencia de otros grandes formatos
de prime time. Las series en la actualidad ya no superan ni los 3 millones y
formatos como La Voz o Tu cara me suena han vivido sus ediciones menos vistas.
Tampoco ha brillado como se esperaba Got Talent pese a que sí ha funcionado. Y
solo el éxito inquebrantable de Master Chef o el resurgir de OT han sido los
dos únicos formatos junto a Supervivientes que no han sufrido la bajada de
consumo en la última temporada.
Qué duda cabe que a la
audiencia le encanta a los famosos pasarlo mal en una isla sin maquillaje, ni
modelitos. Y ese es un gran aliciente que sí tiene Supervivientes frente a un
cómodo Gran Hermano donde los concursantes repiten patrones e incluso frases de
otros años. Y una cosa está clara: Telecinco aún sigue preguntándose porque
Supervivientes triunfa y Gran Hermano no. ¿Conseguirán revitalizar el formato
para el próximo otoño? ¡Mercedes, vuelve!
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