José Forés Romero, Delegado en València de El Periódico de Aquí. Pues sigo sin verlo. Ya se expuso ello en este “dedo que se mete en el ojo” del mes de noviembre. Voy a tener que graduarme las gafas. Esa bajada de Compromís me parece excesiva. Qué podría llevar a un partido que gobierna, que no ha montado escándalos gordos, a perder tanto apoyo. ¿Grezzi? ¿O hay algo más?
No han pasado ni cuatro años desde que llegó Ribó a la Alcaldía, y sus nueve concejales se han quedado reducidos a la mitad.
Lo normal en España es que los cambios de gobierno tarden en producirse, vía urnas, al menos durante unos años. Andalucía, la propia Comunitat y Madrid, son ejemplos de ello. Por lo que, de cumplirse el pronóstico del sondeo, las causas podrían ser mucho más profundas que el cambio en la movilidad de la ciudad. Puede que quienes apostaron por la coalición en 2015 lo hicieran por su desencanto con el PSPV-PSOE, o porque estaban hasta las amígdalas del PP, o porque soñaban con una fuerza valencianista al ver como la coalición ya no se hacía fotos con senyeras esteladas o encabezaba manifas procatalanistas.
Ahora ya se ha recuperado el Partido Socialista, los enfadados con el PP son los menos, o se han ido al ala derechista, y los soñadores con un PNV regionalista, ya han abandonado los brazos de Morfeo.
¿Y lo Grezzi? Está claro que es el edil más controvertido. Amado y odiado a partes iguales. Sus formas han eclipsado el fondo de sus políticas. Y a sus socios de gobierno socialistas que han tardado tres años en saber contrarrestar la estrategia del italiano. Porque es estrategia. De otro modo no se puede explicar que lo que ha hecho y cómo, haya sido ejecutado sin que desde sus filas, se hubiera pintado una hoja de ruta, y sin que tuviera permiso para hacerlo. Y se lo da, el alcalde, que está, a muerte, con él. No se sabe si lo hará como los dueños de los clubes de fútbol, dando el apoyo hasta que deciden cesarlo. ¿Será para tanto? Todo esto se celebra en el PPPSOE (no es una errata). En el PSPV por razones obvias, Sandra Gómez en caso de victoria del bloque de izquierdas, prepara el cava para disfrutarlo.
Y en el bloque de la derecha también. El del centro, el de la extrema o el que sea. Una derecha que hace unos meses no hubiera ni soñado con tener opciones de volver al poder, pero que con la entrada de VOX, vela armas para asaltar el despacho desde el que se maneja el cotarro. María José Catalá o XXXX (las X no son errata), del PP se erige como la opción más seria a hacerlo. Giner, de Cs, sueña con un pequeño giro de los acontecimientos para ser él quien alce la vara de mando. Pero para ello, deberemos mirar de reojo a lo que salga de las urnas en las autonómicas. Y ahí, como ya se ha expuesto en otras páginas de este periódico, dependerá de cuánto consiga el partido de Santiago Abascal.
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