Yolanda Sánchez. Ahora que se acerca
el final de esta legislatura, no puedo sino mirar atrás y recordar lo que se ha
logrado, en estos cuatro años, en temas de igualdad. También quiero recordar a
todas las mujeres de Albalat que, con su esfuerzo, han hecho de este municipio
un pueblo mejor. Y cuando digo a todas, me refiero a todas: desde la más joven
a la más mayor, desde la heterosexual hasta la del poliamor o la lesbiana,
desde la más progresista a la más conservadora.
Creo que para que
Albalat avance en igualdad, todas debemos de ir juntas, aquí no caben
ideologías o banderas, sólo una, la de la igualdad. Igualdad para poder estar
junto a los hombres de igual a igual, ni menos ni más. Igualdad para poder
gritar y llorar cuando matan a una nueva mujer en cualquier parte del país, y
que lo sintamos como si nos mataran a nosotras mismas. Igualdad para poder
reclamar los mismos sueldos por los mismos trabajos… en todo eso, y en mucho
más, las mujeres debemos de ir juntas.
Y ¿Cómo se logra trabajar por la igualdad? Mi única fórmula ha sido:
escuchar, observar y hacer. Escuchar a las personas dando espacio a la
expresión, ya sea desde el baile como desde el dibujo. Observar las necesidades
que en temas de igualdad requerían las mujeres de Albalat, esto sólo se logra
estando presente día a día en el municipio. Y hacer desde la honestidad dado
que, a falta de grandes recursos económicos o humanos, sólo cabe trabajar desde
la sinceridad, convicción e implicación diaria con un tema, la igualdad, que
afecta a todas las personas.
Hemos intentado en
estos cuatro años hacerlo en positivo, a pesar de lo difícil que es lograrlo
cuando, mes a mes, vemos las mujeres que son violentadas, asesinadas o pierden
a sus hijos e hijas por la violencia de algunos hombres. Y digo algunos
hombres, porque quiero pensar que son una minoría y que muchos de los hombres
(de Albalat y de otras partes) comparten nuestro dolor y desean desde la
honestidad, ser nuestros compañeros y no nuestros verdugos. También en esos
hombres buenos, compañeros hemos pensado cuando hablamos de igualdad.
Por último, me
gustaría recordar que lo ideal sería que esta concejalía no existiera, sería la
señal de que se habría logrado y que no hay que observar posibles desviaciones.
Pero la realidad nos muestra que todavía hay que seguir trabajando, hay que
seguir reclamando y seguir luchando por la igualdad.
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