La Policía Local de Rocafort ha lanzado una alerta para avisar a la ciudadanía de la reaparición de las estafas telefónicas conocidas como secuestros virtuales. Una mujer mayor del municipio ha sido la última víctima -aunque no llegó a pagar- de esta modalidad delictivia con la que, en los últimos meses, han tratado de timar a más de una decena de vecinos de esta localidad.
El ‘modus operandi’ consiste, habitualmente, en que el comunicante simula tener en su poder a un familiar –principalmente hijos- de quien recibe la llamada y pide un dinero a cambio de su liberación. Los supuestos secuestradores aumentan la angustia de la familia para conseguir más rápidamente el rescate fingiendo la voz de la persona que dicen tener retenida. Para su liberación, suelen pedir a sus víctimas cantidades que oscilan entre los 1.000 y los 10.000 euros, “con el objetivo de que las personas a las que intentan estafar pueden tener un acceso rápido al dinero”, explicaron fuentes policiales. El pago suele hacerse a través de empresas de envío de dinero.
Las llamadas generalmente se efectúan desde prisiones de Chile, en las que algunos internos disponen de teléfono móvil -celular- con el que las realizan aleatoriamente, posiblemente valiéndose de una guía telefónica de España de la que cogen números al azar. Cabe destacar -indican las fuentes- que en alguna ocasión también se han realizado llamadas desde puntos de España por algún grupo organizado.
Hace unos meses, se produjo la primera oleada de secuestros virtuales en Rocafort, cuando alrededor de diez personas recibieron las mencionadas llamadas telefónicas y, la pasada semana, los familiares de un mujer mayor del municipio se pusieron en contacto con la Policía Local y con la Guardia Civil, para denunciar la recepción de una llamada de teléfono en la que los interlocutores le comunicaban a la señora el rapto de su hija mientras, de fondo, se escuchaba llorar a la falsa víctima e intentaban persuadirla para que realizara el pago con rapidez. La mujer, muy nerviosa, colgó el teléfono y avisó a su hijo de lo sucedido, quien alertó rápidamente a las fuerzas de seguridad y puso la pertinente denuncia.
La Policía Local recomieda que si reciben la llamada contactar con ellos y les dirán los pasos a seguir.
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