Este sitio web utiliza cookies, además de servir para obtener datos estadísticos de la navegación de sus
usuarios y mejorar su experiencia de como usuario. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su
uso.
Puedes cambiar la configuración u obtener más información en nuestra política de cookies pulsando aquí.
Los blesboks estuvieron muy amenazados en el siglo
XIX a causa de la caza, su número pasó de grandes poblaciones a apenas
unos dos mil individuos. Actualmente muchas poblaciones se han
recuperado y se encuentran en una situación estable.
Estos antílopes se identifican
fácilmente por el color blanco de sus rostros que contrasta fuertemente
con el marrón rojizo de sus cuerpos. Los blesboks se diferencian de los
bonteboks (la otra subespecie) en que no
presentan las nalgas y las patas blancas, en su caso, éstas son de un
tono más claro que el resto del cuerpo y solo la parte inferior e
interior de las patas son blancas. Los individuos jóvenes presentan
tonos beiges en su coloración.
Ambos sexos poseen cuernos largos y curvados, en forma de lira, pero éstos son algo mayores en los machos.
Son animales de hábitos
diurnos que pasan la mayor parte de la mañana y de la tarde pastando,
mientras que emplean el mediodía y la noche para descansar.