El cabeza de lista del PSOE a las elecciones europeas, Josep Borrell, en el mitin de este domingo en València. EFE
El cabeza de lista del PSOE a las elecciones europeas, Josep Borrell, aseguró ayer que las elecciones del 26 de mayo son "vitales" para el futuro de Europa y ha advertido de que si "la derecha xenófoba, ultranacionalista o populista" gana, será "bastante complicado" que Europa siga funcionando.
El también ministro de Asuntos Exteriores en funciones participó en un mitin en la plaza del Ayuntamiento de València, junto a la candidata socialista a la alcaldía, Sandra Gómez, y la aspirante a la reelección al Parlamento Europeo Inmaculada Rodríguez Piñero.
Tras declararse "europeísta" pero no "eurobeato", Borrell destacó la importancia de que los europeos estén unidos y compartan también soberanía para afrontar retos como el cambio climático o la inmigración, así como para hacer frente a la fuerza y potencia de países como Estado Unidos, Rusia, China o el Norte de África.
"¿Alguien piensa que, como dicen los británicos con su brexit o algunos separatistas catalanes con el catalexit, solos nos lo montamos mejor?", planteó Borrell, quien ha pedido que nadie piense que Europa se hace sola y consideró que ésta debe ocuparse también de las cosas del día a día.
Alertó contra los partidos antieuropeos, reunidos este sábado en Milán "para demostrar su fuerza", y afirmó que no hay nada "más innoble que explotar el miedo de la gente frente al inmigrante", ni nada "más ruin que los que dicen que si seguimos así Europa se va a convertir en un continente musulmán".
Recordó que hace solo 70 años, Europa era "un continente destruido hasta la raíz" y cree que "no sería tan difícil volver a las andadas", aunque ve un "progreso extraordinario" que ningún joven europeo tenga "miedo de que puedan mandarlo a matar a su compañero de erasmus del año pasado".
Borrell abogó por un salario mínimo y un seguro de desempleo europeo, por un erasmus accesible a todos los estudiantes, e incluso a trabajadores o mayores, y por un plan de inversiones contra el cambio climático que cree empleo y reparta los costes de forma justa, así como por empoderar a las mujeres.
Por su parte, la candidata a la alcaldía, cuyas primeras palabras fueron para recordar la labor de Alfredo Pérez Rubalaba, animó a salir a votar por esas políticas y esa España que representaba Rubalcaba y representa Borrell, "que no se enfrenta por banderas, sino que se une bajo derechos".
Dijo que se niega a creer que la València donde ha nacido, crecido y a la que ama se sienta cómoda con esa ciudad excluyente y de unos pocos que representan las derechas, ni "con esa política racista, xenófoba y machista" que defienden estos partidos.
Consideró que la mejor respuesta a esa derecha "clasista y misógina" es votarla a ella como alcaldesa ya que, además de mujer, es también nieta de un inmigrante de Castilla-La Mancha, e hija de un barrio que la derecha quiso destruir y de una generación a la que quiso expulsar de este país.
Sandra Gómez aseguró que la derecha les tiene miedo porque sabe que son "la única fuerza de izquierdas que suma y no divide", y el único partido "capaz de hacer avanzar València, desde el acuerdo con el Gobierno y la Generalitat, frente al resto de partidos, "muy interesados en situar a Pedro Sánchez como el enemigo".
Aseguró que su programa no deja a nadie atrás, y ha prometido la creación de 16 nuevas escuelas infantiles para favorecer la conciliación de madres y padres, y la utilización de 4.500 viviendas de promoción pública par que no haya ninguna familia que no tenga garantizado este derecho.
Inmaculada Rodríguez Piñero defendió que la socialdemocracia está "más viva que nunca" y es "el único antídoto eficaz contra la derecha", por lo que pidió llenar las urnas el próximo domingo de rosas rojas para Europa y para que Sandra Gómez sea la próxima alcaldesa de València.
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