Agentes
de la Guardia Civil y Policía Nacional
han desmantelado un grupo dedicado a la introducción y distribución de hachís
en España procedente de Marruecos. El principal responsable es un español,
residente en Algemesí (Valencia), que mantenía fuertes vinculaciones con los
proveedores del hachís en Marruecos. La operación se ha saldado con siete detenidos -dos ciudadanos de marroquíes y cinco españoles
de entre 25 y 72 años-, seis registros domiciliarios y otros tres en trasteros.
Se han incautado 900 kilos de hachís, una pistola eléctrica y 1.000 euros en
efectivo.
Las
investigaciones se iniciaron en enero al tener conocimiento los agentes de la
fuerte vinculación que tenía un ciudadano residente en Algemesí con el mundo
del hachís en Marruecos. Durante las investigaciones, que se ampliaron a
diversas provincias de España, los investigadores averiguaron que formaba parte
de una organización de narcotraficantes capaz de cargar el hachís en
monovolúmenes desde Algeciras y cruzar nuestro país a través de diferentes
rutas de distribución hacia Cataluña, Pamplona, País Vasco o Valencia. También
consiguieron detectar al principal socio del investigado, un ciudadano marroquí
que residía en la localidad de San Pedro de Alcántara (Málaga).
“Dos
monovolúmenes cargadas”
El
pasado mes de agosto los agentes detectaron un viaje para cargar sustancia
estupefaciente, en la que los dos principales sospechosos cargaron dos
vehículos monovolumen en una de sus “guarderías”. Al realizar una parada de
descanso en Algemesí fueron interceptados por los agentes que localizaron en el
interior de los monovolúmenes 900 kilos de hachís y detuvieron a las tres
personas que los transportaban, entre ellos los dos principales investigados.
“Guarderías”
Como
consecuencia de la detención de estas tres personas y de las investigaciones
realizadas, los agentes realizaron nueve registros en domicilios y trasteros, en
las localidades valencianas de Cullera y Algemesí, San Pedro Alcántara
(Marbella), Puerto del Real (Cádiz) y El Ejido (Almería). En estos dos últimos
fueron localizadas las dos “guarderías” para almacenar grandes cantidades de
hachís.
La de
El Ejido, se trataba de una construcción bajo tierra de unos 30-40 metros cuadrados,
perfectamente tapiada y distribuida en dos habitaciones. En Puerto Real
contaban con un sótano construido en el garaje de una vivienda unifamiliar, de
unos 50 metros
cuadrados, perfectamente cerrado. En ambos registros se
detuvo a las personas encargadas de las guarderías. Además, en uno de los
registros, realizado en una localidad gaditana, se intervino una pistola eléctrica,
cinco gramos de cocaína y 1.000 euros en efectivo.
De los
detenidos, con antecedentes policiales a excepción de uno, tres han pasado a
disposición judicial y el resto tras ser oídos en declaración fueron puestos en
libertad, no sin antes ser advertidos de la obligación de comparecer ante la
autoridad judicial cuando para ello fuesen requeridos.
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