Estas
últimas semanas, a raíz de la huelga del 8 de marzo, "hemos visto
cómo cuestiones de gran gravedad y trascendencia en materia de
desigualdad de género se ponían sobre la mesa, ocupando por fin un
lugar central en informativos, debates y sesiones parlamentarias". No
obstante, desde Canviem Alaquàs señalan que queda todavía mucho
trabajo por hacer en este ámbito: "la diferencia de género atraviesa
todas las esferas de nuestro día a día y afecta a aspectos como la
cultura, el entretenimiento y el consumo". Desde la agrupación
señalan la necesidad de “abordar todos estos aspectos para poder
ofrecer una respuesta real y eficiente a la tan enquistada y caduca
discriminación hacia la mitad de la población.”
En
este punto la formación propone la realización de un estudio local
de la llamada “tasa rosa”, término tomado del inglés “pink
tax”. La “tasa rosa” es “una suerte de gravamen oculto en
determinados productos que, por su definición y características,
suelen diferenciarse de forma fundamentalmente estética, en función
de que vayan dirigidas a un público masculino o femenino”, afirman
desde el partido. Estos productos se suelen diferenciar por su color,
el rosa.
Al
margen de cuestiones estéticas, “estos objetos no presentan
ninguna mejora respecto al resto en lo que a prestaciones o servicios
se refiere, por lo que el aumento del precio carece totalmente de
justificación.” En Canviem Alaquàs afirman que “esta situación
nos lleva a preguntarnos por el cumplimiento de los derechos básicos
recogidos en la legislación vigente, dado que no tenemos acceso a la
información real sobre el precio de los productos que consumimos, y
especialmente afecta a las mujeres, que deben pagar más caro estos
artículos, lo que incide directamente en su economía”. La
situación se nos presenta más grave si tenemos en cuenta que “en
la Comunidad Valenciana la brecha salarial entre hombres y mujeres
alcanza el 30’3%, 3 puntos por encima de la media nacional.”
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