Carles Peris se estrena al frente de La Uniò de Llauradors i Ramaders./ epda Es la nueva cara de La Unió de Llauradors i Ramaders. Es Carles Peris, vecino de Les Alqueries, de 41 años y dispuesto a luchar por agricultores y ganaderos.
¿Le gustaría que se le etiquetara como continuista o rupturista con la línea anterior encabezada por el señor Mampel?
En La Unió no existe ningún tipo de personalismo y se trabaja en equipo. Nuestra filosofía nunca cambia: la defensa firme de los agricultores y ganaderos de la Comunitat Valenciana. Y todo siempre bajo el prisma de la independencia de nuestra organización frente a los poderes económicos, políticos y sociales.
¿Las reivindicaciones siguen siendo las mismas que hace 8. 10, 12 años?
La verdad es que parece el día de la marmota. Tenemos un descenso progresivo del número de explotaciones con un eminente carácter minifundista, las edades de las personas titulares son muy elevadas y los productores percibimos bajos precios. Todo eso es innegable desde hace tiempo y es prueba inequívoca al final de falta de rentabilidad. Pero tal vez porque soy joven y optimista por naturaleza, creo que las cosas se pueden y se deben cambiar. Es difícil que vayamos a peor. Y debemos contar con la sensibilidad y apoyo de las diferentes Administraciones.
¿Y las soluciones?
Proponemos medidas y políticas que beneficien a los profesionales; una cadena agroalimentaria justa, ética, transparente, equitativa y sostenible; mejora de la eficiencia de las explotaciones; incremento de la estabilidad de los ingresos agrarios; costes asumibles para los agricultores y ganaderos; creación de mayor valor añadido para nuestras producciones; un firme impulso del relevo generacional; prestaciones y cotizaciones sociales dignas para las personas profesionales agrarias y unas políticas para la adaptación y mitigación contra el cambio climático.
Al final, la solución a los problemas de agricultores y ganaderos, ¿se reduce a una cuestión económica?
Podríamos decir efectivamente que el principal problema, por encima de todos los demás, es el de la falta de rentabilidad. Gran parte de ese problema es por el mal funcionamiento de la cadena agroalimentaria. Por eso pedimos entre otras cosas el establecimiento de procedimientos públicos para el conocimiento y formación de los márgenes comerciales por parte de los diferentes agentes económicos que intervienen en la formación de los precios. Y también el establecimiento de un precio remunerador en origen que permita el cumplimiento de la Ley de Defensa de la Competencia. O la prohibición de la venta a pérdidas…
Ya hay presupuesto para este ejercicio. ¿Le parece suficiente?
Valoramos de forma positiva el aumento en un 14,37% del conjunto del presupuesto, a pesar de que lo consideramos todavía insuficiente. Ahora bien, si nos centramos en el presupuesto destinado exclusivamente a Agricultura sube un 11,10%. Por su parte Medio Ambiente crece un 22,32%, el doble que Agricultura.El IVIA, en el año de su 150 aniversario, pierde un 4,15%, que suponen 572.000 euros. El apartado positivo del IVIA es que el dinero destinado a personal (mayoritariamente investigadores) aumenta.
Por fin hay dotación presupuestaria para la ley de l’Horta, pero para que se cumplan los principales objetivos, ¿es suficiente?
Por lo que a mi me consta sólo hay de momento 2,3 millones de euros presupuestados para iniciar el año que viene el Plan de Desarrollo Agrario de l’Horta, aunque a hablamos de una cantidad importante como principio. Espero que el apoyo económico sea constante a partir de ahora y no se quede en papel mojado.
¿La rentabilidad está en que haya que adaptarse a formas de producción sostenible?
El agricultor valenciano produce ya de una forma cada vez más sostenible y se adapta cada vez más a las demandas del mercado. Pero no se puede obligar a nadie a cultivar de una manera u otra. Lo primero es hacer una marca de calidad de los productos de l’Horta .
Pero siendo la renta tan baja, ni jóvenes, ni mayores, ni nadie puede sentirse atraído para dedicarse a la agricultura…
Hay que avanzar para que los ingresos y la rentabilidad sean mayores. Si una persona joven se incorpora, pero no es rentable su explotación, no habremos hecho nada porque abandonará. El principal caballo de batalla es el de la rentabilidad.
Desde AVA ASAJA critican que se ha pensado demasiado en el territorio y no en el agricultor.
Esta opinión no es exclusiva de Ava, nosotros también lo hemos dicho en reiteradas ocasiones. Siempre hemos manifestado la necesidad, no sólo de proteger el espacio físico de la huerta, sino también del agente humano que hace posible su existencia.
¿Es demasiado fiar el éxito en el mercado de proximidad?
Hay que fomentar tanto el mercado de proximidad como el de la exportación de nuestros productos. ¿Por qué los productos de l’Horta no se pueden destinar también a la exportación? Es cierto que debemos educar a la ciudadanía en la importancia de consumir productos de proximidad y de temporada y por ello apostamos desde la Unió, pero muchas veces el mercado es el que es. Por ello pienso que dirigir nuestros productos a ambos segmentos -exportación y mercados de proximidad- es perfectamente compatible y sería lo más adecuado.
¿Cree que desde las administraciones se invierte lo suficiente?
Nunca se invierte lo suficiente en investigación y formación porque es fundamental para el futuro de nuestro sector. El sector agrario de la Comunitat Valenciana, a pesar de todos los problemas, es uno de los más innovadores que existen.
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