Culla: "Oltra y Puig son los nuevos botiflers. Fomentan el autoodio e imponen el catalán por derecho de conquista al fijar esta lengua como vehicular en nuestra administración"

“Oltra y Puig son los nuevos botiflers. Fomentan el autoodio e imponen el catalán por derecho de conquista. Su propia prensa digital, la de dominios .cat, con sede en Cataluña aunque financiada con nuestros impuestos se ha hecho eco de ello. Mónica Oltra lo ha anunciado como la fijación del valenciano en la administración, pero a sus voceros se les ha escapado la realidad que hay detrás y lo han vendido como decisión histórica porque es lo que realmente es. Oltra y Puig han fijado el catalán como lengua vehicular de la administración”. Así de contundente se ha mostrado Joan Ignaci Culla, presidente de Som Valencians, que ha denunciado la gravedad de la última noticia que ha saltado a la palestra valenciana: la Generalitat Valenciana ha fijado el catalán como lengua vehicular de la administración. Así se han hecho eco numerosos medios de comunicación.

Culla ha explicado que “ésta es la panda de antivalencianos que tenemos en el gobierno. Una vergüenza de representantes traidores y vendidos. Ensalzan la figura de los maulets en la historia pero son los nuevos botiflers: gente al servicio de los que pretenden conquistar nuestras instituciones a favor de sus intereses, en este caso, el populismo de Madrid y la burguesía de Cataluña. En Compromís no sólo son incapaces de defender los intereses valencianos, sino que se hacen llamar valencianistas, pero rinden cuentas a Barcelona y a la burguesía catalana y antivalenciana".

El dirigente valencianista ha concluido denunciando “el grave acoso que sufren los valencianos, que sienten cómo sus representantes se ríen en su cara. No les bastó con llenar Valencia de esteladas catalanas y corear la independencia de su gran utopía, que para el pueblo valenciano comienza a manifestarse como distopía, como una pesadilla: els païssos catalans, idea que no tiene sentido ni a nivel territorial, ni administrativo, ni mucho menos histórico o cultural. Pesadilla porque es duro para una persona de a pie ver cómo intentan robar el alma colectiva de un pueblo y acaba por ser entregada, sin resistencia y previo pago en campaña, por sus mismos gobernantes”.