La
startup valenciana Nothingbutnet S.L., vinculada al Parc Científic
de la Universitat de València, lanza hoy la tecnología Nagi, un
dispositivo basado en recepción de señal bluetooth que ayuda a los
socorristas a evitar posibles ahogamientos en piscinas. La apertura
comercial tiene lugar después del éxito de la investigación que se
ha desarrollado durante un año en la piscina municipal de Paterna
(Valencia), donde se ha estado probando en grupos de riesgo.
Nagi
–que significa nadar en esperanto– requiere la instalación de un
conjunto de localizadores que rodean la piscina y la colocación de
pequeños dispositivos emisores de señal Bluetooth en el gorro o en
las gafas de los nadadores. Definido un periodo de tiempo máximo en
segundos en que un nadador puede permanecer sin moverse, el sistema
alerta al socorrista mediante un smartwatch y una tablet. Asimismo,
le indica donde se ubica su cuerpo en el agua.
“El
umbral de la alerta dependerá del riesgo del grupo de población.
Nosotros podemos detectar la sumersión del cuerpo desde el primer
segundo. Sonará una alerta visual y sonora tanto en el reloj del
socorrista como en la tablet”, explica Javier Bosch, CEO de
Nothingbutnet. Según la Organización Mundial de la Salud, el
ahogamiento es la tercera causa de muerte por traumatismo no
intencional en el mundo.
Múltiples
ventajas
Las
ventajas de este dispositivo son diversas en comparación con otros
sistemas tecnológicos anteriores, basados en cámaras de video
subacuáticas. “Es más barato y fácil de instalar, pues tan solo
requiere cinco noches de trabajo y no es necesario vaciar la piscina.
Además, el tiempo de detección es más rápido. Los sistemas
anteriores requieren que la persona se hunda y se vaya al fondo, lo
que ocurre en unos 30 segundos. En cambio, Nagi detecta hundimientos,
pero también cualquier interrupción anómala del movimiento, por
tanto, puede alertar también de ahogamientos en superficie”,
explica Javier Bosch. “Salva la vida y además”, añade, “tendrá
un uso motivador y divertido, puesto que proporcionará información
de lo que has nadado, datos que los otros sistemas de detección de
ahogamiento no facilitan”.
Se
calcula que el coste de esta tecnología para una piscina de 25
metros de largo es de aproximadamente 25.000 euros al año. “Varios
municipios españoles han manifestado ya su interés por Nagi, así
como el estado de Israel. Este año vamos a empezar a instalarla en
piscinas cerradas. Y el próximo año en abiertas y domésticas”,
señala el CEO de Nothingbutnet. Paterna (Valencia), el primer
municipio en instalar este sistema, es candidata a ser European City
of Sport, entre otros motivos, por el uso de Nagi.
Ganadora
del VLC/STARTUP
La
tecnología Nagi es la tercera línea de producto que saca a la venta
la empresa Nothinbutnet S.L., fundada hace 3 años por seis socios y
ganadora del concurso VLC STARTUP 2015 que impulsa la Universitat de
València a través de su Parc Científic para el desarrollo de
empresas innovadoras y/o de base tecnológica en el entorno de
VLC/CAMPUS. Inicialmente enfocada al mundo del baloncesto, en este
deporte ha desarrollado dos tecnologías de digitalización (NBN23
Competition y NBN23 Performance) orientadas a monitorizar el
movimiento de los jugadores y a potenciar el espectáculo con el
suministro de información relevante en tiempo real. De hecho, la
técnica desarrollada para identificar la ubicación en pista de los
jugadores en cada momento es la que ha permitido desarrollar Nagi en
las piscinas.
Nothingbutnet
S.L., que hoy cuenta ya con 42 socios, ha
ampliado recientemente su capital en 500.000 euros y espera volver a
aumentarlo a finales de año. Parte
proviene de business angels
del mundo del deporte, entre los que se encuentran seis jugadores de
baloncesto internacionales que han jugado o están jugando en la
selección española de baloncesto. También ha entrado en su
accionariado Shorai, un nuevo grupo inversor valenciano que aglutina
a figuras de otras disciplinas, como el tenis, el fútbol o la
natación.
La
startup valenciana cuenta con más de cinco premios nacionales e
internacionales, entre los que se encuentra también el primer premio
HYPE a nivel europeo como Mejor Proyecto de Innovación Tecnológica
del 2016, cuya final se celebró en los Juegos Olímpicos de Río de
Janeiro 2016.
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