María José Gimeno.
Ya
hemos pasado en el calendario otro 25 de noviembre, Día
Internacional contra la Violencia de Género. Por cierto, y para más
inri, este año lo hacíamos con un nuevo asesinato machista a una
mujer en Huesca, ante la presencia de sus dos hijos pequeños. Un
reguero de crímenes que no cesa…
Tenemos
que concienciarnos. La violencia de género es un problema social y
político; un problema de toda la sociedad, por lo que pide de la
implicación de toda ella.
Desde
los distintos movimientos feministas, el Área de la Dona y el
Departamento de Igualdad del Ayuntamiento de Sagunto se trabaja, y
mucho, por la prevención, concienciación, tratamiento y solución
de este problema. El Hospital Comarcal ha puesto en marcha un
protocolo para detectar cuántas de las lesiones que tratan en los
servicios de urgencias son fruto de este tipo de violencia. Y desde
la UFAM, personal especializado de la Policía Nacional, están
haciendo también una labor extraordinaria, con una empatía y
sensibilidad especial, de la que todavía carecen muchos estamentos,
como el judicial, en algunas de sus áreas.
El
Día Internacional de la Infancia veíamos como los niños y niñas
reclamaban, en los plenos, por primera vez, unas aulas libres de
machismo. Y la aprobación de declaraciones institucionales contra la
violencia de género en muchos ayuntamientos...
Es
cierto. Son muchos los pasos dados para acabar con este reguero de
sangre, dolor y muerte. Pero no nos podemos quedar ahí. Actuemos con
contundencia y exijamos formación en todas las áreas, porque el
tiempo apremia y no queremos más sufrimiento, ni asesinatos.
Echo
muy en falta campañas estatales explicando durante todo el año, (no
solo cuando se acerca cada 25 de noviembre), qué es la violencia de
género, sus raíces y cómo poder detectarla, antes de que nos
veamos envueltas por esa espiral de machismo y maltrato. Este es un
proceso muy complejo. No trivialicemos.
No
hay nada que justifique la violencia de género: ni las drogas, ni el
alcohol, ni los celos… nada. Lo que induce a un hombre a ejercer la
violencia es actuar bajo la losa de una cultura machista y del
patriarcado.
Actuemos
y vivamos, libres y seguras.
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