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El alcalde de Valencia, Joan Ribó, se compró un dúplex en una zona de alto valor ecológico tras apoyar el urbanismo salvaje en Canet
El entonces coordinador general de EUPV respaldó una política desarrollista en contra de la ''sostenibilidad ecológica'' en la localidad que está a 30 kilómetros de valència, contra el criterio de su partido en la comarca, y después adquirió la vivienda en un lugar junto a una marjal protegida
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PERE VALENCIANO - 05/10/2019
Zona donde adquirió dúplex, frente a la marjal. FOTO M. S.
Joan Ribó entre Grezzi y Campillo. EFEEn rojo, la zona donde tiene la vivienda, frente a zona protegida y a metros de la playa. EPDA
El alcalde de València, Joan Ribó, que ahora defiende una ciudad ‘‘sostenible’’ y ha criticado la ampliación del puerto de València por su impacto mediambiental y se ha sumado al carro del ecologismo al criticar la ampliación de la V-21 desde Alboraya, el mismo que en el 2019 se ha vuelto ecologista, no lo fue tanto a principios de este siglo. Como publicó en exclusiva El Periódico de Aquí en su edición de julio, Joan Ribó apoyó el urbanismo salvaje en la localidad de Canet d’En Berenguer, a 30 kilómetros de València, a la que se llega precisamente por la V-21 que transita Ribó para ir a su adosado los fines de semana y en vacaciones. No en vano, justo cuando era coordinador general de EU del País Valencià, Ribó se posicionó a favor del ‘‘desarrollo urbanístico salvaje’’ desplegado por su partido en dicho municipio, en contra del criterio de la formación en Sagunt y en la comarca del Camp de Morvedre. Pero no sólo eso, sino que en plena polémica por su posicionamiento en Canet, ‘Juan’ Ribó adquirió un adosado en una zona de alto valor ecológico a 800 metros de Canet, concretamente en Almardà (Sagunt), junto la marjal d’Almenara y Quartell, en una zona que fue fruto de agrias polémicas a finales de los 90 y principios de los años 2000 por la reivindicación de Acció Ecologista Agró contra la contrucción de apartamentos y adosados.
Según consta en el Registro de la Propiedad Sagunto 1, la hipoteca se suscribió el 31 de julio de 2003 ante el notario Vicente Micó. Esto es, apenas dos meses después de las elecciones municipales en las que Ribó respaldó la continuidad de Enrique Altabella como candidato, pese a que la comarca y Sagunt habían exigido la sustitución del histórico alcalde, que promovió la transformación de Canet de localidad agrícola en potencia turística, con el apoyo desde la secretaría general de José Antonio Sancho Sempere, quien ha terminado en la cárcel por dos tramas de corrupción, tras una investigación en exclusiva de El Periódico de Aquí.
La vivienda en cuestión está ubicada en la partida de Montíver de Almardà, un dúplex con dos plantas y buhardilla de 103 metros cuadrados, además de trastero y aparcamiento. La zona en cuestión se encuentra a pocos metros de la playa y enfrente está lo que queda de marjal, un espacio protegido, entre Canet d’En Berenguer y Quartell/Almenara.
A finales de los 90 y principios del presente siglo, hubo un gran movimiento ecologista contrario a la urbanización del conocido como G-2, zona contigua a la urbanización donde adquirió casa Joan Ribó. Toda la franja próxima a la playa desde Canet hasta Almenara estuvo en el ojo del huracán de los defensores de la sostenibilidad y la defensa del medio ambiente. El problema es que constaba como suelo urbanizable en el primer Plan General de la democracia de Sagunt, en un momento en que la sensibilidad de las administraciones hacia estas cuestiones era nula. Tras la voracidad constructiva de Canet, empresas de renombre como García Ojeda o especialmente, Astroc, extendieron miles de metros cuadrados de cemento por la zona. El primero se encargó de la urbanización de la zona de Almardà Corinto, que va desde Canet hasta el G-2 (a la playa nudista de la Malva-rosa), donde se encuentra el dúplex del alcalde de València. Sin embargo, aquí los ecologistas no dieron tanta batalla ‘‘porque dejaron un pasillo ecológico junto a la Casa de Interpretación de la Naturaleza en término de Quartell’’, explica uno de los promotores de Port de Sagunt de aquella época.
La guerra ecologista sin cuartel llegó cuando Astroc comenzó a construir en el conocido G-2. Aunque también era suelo urbanizable según el PGOU, ‘‘el valor ecológico era el mismo que en la otra zona, sólo que era Enrique Bañuelos y ahí presentaron batalla. Todo tenía un gran valor ecológico, pero es cierto que era suelo urbanizable y, finalmente, se pudo construir’’, añaden.
Lucha ecologista
Acció Ecologista Agró se lamentaba por aquel entonces de que ‘‘antes de se urbanizara el G2 también había lirio azul en esta zona de la marjal, ahora enterrada y llena de chalés y bloques de viviendas. La desaparición del lirio azul se la debemos a la Generalitat Valenciana, desclasificando la zona del Catálogo de Zonas Húmedas para poder urbanizar’’.
Es cierto que era otra época y la sensibilidad ecologista era cosa de pocos. Sin embargo, Esquerra Unida siempre tuvo la defensa del medio ambiente muy presente en sus acciones, programas y declaraciones públicas, con la excepción del alcalde de Canet, muy querido por sus vecinos -que le regalaban mayorías absolutas hasta el 2003- y quien fue el líder del partido en la Comunitat Valenciana, Joan Ribó, a la sazón, y para más inri, secretario de Medio Ambiente a nivel federal de IU. Como avanzó este diario y se puede ver en la edición de julio -descargable el pdf a través de www.ElPeriodicodeAqui.com-, fueron dos décadas donde Canet transformó más de medio término municipal de huerta en apartamentos y adosados, ‘‘aplicando una política más propia del PP’’, como denunciaron los dirigentes de EU de la comarca de la época. En uno de los escritos remitidos por fax a Ribó, se le traslada que en Canet ‘‘prima el concepto desarrollista de la oportunidad inmediata sobre la planificación a largo plazo y principios como la sostenibilidad ecológica’’, la misma que ahora cacarea Ribó para València, pero incumplió en Canet d’En Berenguer.