La primera teniente de alcalde de València, Sandra Gómez, porta la Reial Senyera durante la Procesión Cívica en conmemoración del 780 Aniversario de la entrada en València del Rey Jaume I. EFE
La Reial Senyera, la bandera de València y de la Comunitat, ha recorrido este martes las calles del centro de la ciudad en la tradicional procesión cívica, que este año se ha caracterizado por el amplio dispositivo policial que no ha impedido que en determinados puntos una parte del publico abucheara a las autoridades.
Furgonetas antidistubios de la Policía Nacional estaban apostadas en las inmediaciones de la plaza del Ayuntamiento, además de un autobús atravesado en la calle Marqués de Sotelo junto a la de Xàtiva para prevenir incidentes, mientras que decenas de agentes formaron con el mismo fin un cordón de seguridad en torno a la Senyera y a las primeras filas de autoridades durante todo el recorrido.
A lo largo de todo el trayecto de la procesión se pudo observar numerosas senyeras y, en menor medida, banderas españolas portadas por ciudadanos que dieron el punto de color y festivo, aunque respecto a otras ediciones este año destacaba la ausencia de pancartas y simbología de grupos de extrema derecha.
No obstante, en determinados puntos del recorrido los ciudadanos hicieron sonar silbatos, abuchearon e insultaron a las autoridades, aunque en ningún momento pasaron de la agresión verbal, y también hubo banderas carlistas y tradicionalistas.
Un grupo de bomberos forestales, en huelga desde hace unas semanas para reivindicar la equiparación salarial, también hicieron patente su protesta, con gritos y pitada al paso de las autoridades autonómicas.
En la vuelta de la Senyera al Ayuntamiento, un grupo de jóvenes con camisetas negras pero sin identificación partidaria intensificaron en la calle del Pintor Sorolla el acoso verbal y los insultos, aunque unos policías les hicieron un marcaje separándolos del público y cerrándoles el paso a la altura de la calle del Poeta Querol.
La procesión cívica comenzó, con puntualidad suiza, a las doce del mediodía con el descenso de la Senyera por el balcón consistorial, con cuerdas y siempre en posición vertical, ya que, históricamente, la enseña de los valencianos no se dobla ante nada ni ante nadie.
Tras las doce salvas de ordenanza y la interpretación, por la Banda Municipal, de los himnos de la Comunitat Valenciana y de España, la Senyera, portada este año por la concejal socialista Sandra Gómez, inició el recorrido por la plaza del Ayuntamiento, calle San Vicente, plaza de la Reina y calle de la Paz, hasta llegar a la plaza de Alfonso el Magnánimo.
A continuación de la Senyera se situaron el president de la Generalitat, Ximo Puig; el presient de Les Corts, Enric Morera; el alcalde, Joan Ribó; la vicepresidenta y consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas, Mònica Oltra, y el teniente general Francisco José Gan Pampols, jefe del Cuartel General Terrestre de Alta Disponibilidad de la OTAN.
En la comitiva desfilaron también representantes de entidades cívicas, sociales y profesionales de la ciudad de València; miembros del Consell, diputados, senadores, miembros de Les Corts Valencianes y otras autoridades militares de la Comunitat.
Junto a la estatua ecuestre del rey Jaime I, fundador del antiguo Reino de Valencia, se realizó la ofrenda floral, con coronas de laurel depositadas por la Societat Coral El Micalet, Lo Rat Penat, Ateneo Mercantil y el Ayuntamiento de València, esta última depositada por el alcalde, los portavoces de los grupos municipales y el president de la Generalitat.
De vuelta al Ayuntamiento, la Reial Senyera fue izada en vertical hasta el balcón del edificio consistorial, para posteriormente ser trasladada al Museo Histórico Municipal, donde está depositada todo el año.
Sobre el desarrollo de la procesión cívica, Joan Ribó ha manifestado que "ha funcionado mejor que otros años" y ha añadido: "Me gustaría que, poco a poco, llegara a ser una fiesta familiar", al tiempo que ha resaltado que valencianos son "todos" los que viven, trabajan y quieren a esta tierra.
Ribó también ha indicado que el 9 d'Octubre ha de ser un día para reivindicar más inversiones en los presupuestos del Estado de 2019, para proyectos como el Parque Central, soterramiento de vías, ayudas al transporte metropolitano y al Palau de Les Arts.
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