El director de cine, Pedro Pérez Rosado, elige Sagunt para filmar 'Lagartijas', donde hacer un cameo su alcalde

El director de cine natural de Sagunt, Pedro Pérez Rosado, ha elegido esta ciudad, junto a varios enclaves de Gilet y Petrés, para rodar su última película. El autor de ‘Las cenizas del volcán’, ‘Agua con sal’ y ‘Wilaya’, está terminando de filmar ‘Lagartijas’, un largometraje protagonizado por Pablo Pérez, Lola Moltó, Ximo Solano y María Minaya y guión de Lilian Rosado y que cuenta con un cameo muy especial, el del alcalde de Sagunt, Francesc Fernández, como cocinero.

La productora PRP ha elegido la capital del Camp de Morvedre, con escenas en Sant Cristòfol, la gasolinera Octaplus, el restaurante El Mirador, el Hospital de Sagunt, el Prop y el castillo, omnipresente en el filme, como relata el director, Pedro Pérez Rosado, a El Periódico de Aquí.

La película, que será presentada a los festivales de San Sebastián y Berlín en 2017, narra la desgarradora historia de una familia a la que se le conoce por el apodo ‘lagartija’. ‘‘Está basada en la realidad actual de crisis y miseria más absoluta que estamos atravesando en nuestro país’’, relata Pérez Rosado.

Drama familiar

Vicente, ‘el lagartija’, que murió hace tiempo, acaba apareciéndose a su mujer, Dolores, cuando a ésta se le descubre un tumor en la cabeza y ‘‘quiere oír los latidos de su corazón, controlar su muerte’’. Pero el fantasma del ‘lagartija’ guiará a su esposa, para que ayude a su hijo, Esteban, desahuciado por la hipoteca de su vivienda, quien a su vez piensa en matar a su madre para heredar antes y poder pagar sus deudas.

El ‘‘humor negro’’ está presente en toda la película. La situación dramática de la familia se mezcla con momentos salpicados de humor ‘‘por las situaciones límite que se viven. Se trata de ridiculizarnos a nosotros mismos. No somos ni tan guapos, ni tan jóvenes, ni Brad Pitt ni Angelina Jolie. Somos unos miserables que teníamos el sueño de ser algo importante y simplemente somos unos perdedores’’, relata Pérez Rosado. Ahora bien, la película quiere trasladar un mensaje final optimista. ‘‘La vida continúa hacia la felicidad y hay siempre esperanza’’, añade.

El tiempo de rodaje es de cinco semanas, íntegramente en Sagunt y dos secuencias en Gilet y Pétres y unos pocos planos por filmar en Valencia. ‘‘Los actores y equipo técnico es de la zona y el impacto económico en la ciudad es de unos 300.000 euros, entre comidas, gastos de alquiler de casas o estancia en hotel’’, prosigue su director.

La previsión es que esté totalmente montada en mayo, en Valencia, y terminada en Madrid. ‘‘No creo que llegue a tiempo para presentarla al Festival de Málaga, pero espero que sí nos dé tiempo para hacerlo al de San Sebastián y Berlín, para estrenar en 20 salas en toda España como mínimo, salvo que algún premio nos pudiera dar algún empujoncito’’.