El mito de la fuerza de POpeye cayó por una coma. FOTO EPDA La ciencia suele tener a su alrededor una halo de objetividad y exactitud. Una acertada reputación ganada con mucho esfuerzo a lo largo de siglos de investigación. Pero la ciencia también comete errores, incluso algunos que llegan a convertirse en mitos que han calado en el subconsciente de varias generaciones. Veamos un ejemplo.
En el año 1870 el químico alemán Erich von Wolf determinó el contenido en hierro de las espinacas, obteniendo que contenían 3,5 miligramos por cada 100 gramos.
El problema llegó a la hora de anotar dicha cantidad ya que en lugar de escribir los 3,5 anotó 35 mg por cada 100 g. Una coma mal colocada que situaba las espinacas a la cabeza de los alimentos ricos en hierro. El error tardó en subsanarse, dando tiempo a que alrededor de las espinacas creciera el mito que las convirtió en el alimento estrella que nos aportaba grandes dosis de hierro y con ello mucha fuerza. El mayor impulso a este mito se produjo en 1929, año en el qué Elsie Segar creó al personaje de dibujos animados Popeye. Este marinero tomaba una buena dosis de espinacas antes de sus continuas peleas con Brutus.
En aquella época se acababa además de descubrir el importante papel que tenía el hierro en la nutrición y la relación entre la falta de hierro y la anemia, con lo que el suplemento de hierro podría ser la clave para recuperar la fuerza perdida. El (supuesto) alto contenido en hierro de esta verdura, propinaba a Popeye una dosis de fuerza extra. El mensaje caló hondo en una sociedad en plena crisis económica debido al crack del 29 en la que las anemias eran frecuentes por la pobreza y el hambre. Muchas madres desde entonces repetían una y otra vez a sus hijos que tenían que comer espinacas si querían hacerse fuertes. Había nacido el mito.
Hoy en día sabemos que las espinacas son una mala fuente de hierro. Por un lado hay alimentos mucho más ricos en este metal, como los berberechos (26mg/100gr), las almejas (14), las lentejas (7) o la carne de hígado (7). Además, las espinacas tienen mucha fibra y ácido oxálico que secuestran el hierro y hacen que la absorción del mismo por parte de nuestro organismo es bastante pobre.
Todo esto no quiere decir ni mucho menos que no tomen espinacas, pero tengan claro que al tomarlas no se van a convertir en un forzudo como Popeye.
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