El
Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 4 de Vinaròs ha
decretado el sobreseimiento provisional de la investigación abierta
por la muerte de un sospechoso que estaba huyendo de la Policía
Local en Peñíscola. El auto, dictado ayer, recoge que no resulta
“debidamente justificada” la perpetración de un delito de
homicidio por imprudencia, por el que estaba siendo investigado un
agente municipal.
El
instructor ha concluido que el policía investigado efectuó un
disparo con una pistola eléctrica paralizante “ponderando
suficientemente los intereses en juego y haciendo un uso
proporcionado del arma, atendiendo al principio de necesidad”.
Los
hechos ocurrieron durante la madrugada del pasado 3 de febrero de
2018, cuando la Policía local fue alertada de la comisión de varios
robos con fuerza en locales de la zona del Castillo de Peñíscola.
Al
llegar al lugar, los agentes se toparon con un sospechoso que
emprendió la huida pese a las advertencias para que depusiera su
actitud evasiva. Tras una persecución, al verse acorralado, el
fugitivo se abalanzó sobre los agentes “esgrimiendo un
destornillador con la finalidad de poder escapar”, relata el juez
en la resolución.
El
policía municipal investigado hizo entonces uso del arma eléctrica
que llevaba y efectuó un disparo del que salieron dos dardos
paralizantes. Uno de ellos se clavó en la zona superior del glúteo
del sospechoso, mientras que el otro le alcanzó la pantorrilla sin
llegar a clavarse en ella.
De
acuerdo con el auto, ese disparo “no produjo el efecto disuasorio y
paralizante que perseguía” y el hombre continuó huyendo
“desobedeciendo a la autoridad, tal y como se desprende de la
declaración del investigado, la cual se encuentra ratificada con la
testifical de la agente” que lo acompañaba.
Con
posterioridad, y ante el temor a ser arrestado, decidió encaramarse
al muro de la zona del Bufador, en el mismo Castillo de Peñíscola,
y “saltar con la intención de conseguir escapar de sus
perseguidores”.
De
este modo, “de lo actuado no se infiere que la caída” se
produjera “por la actuación dolosa o culposa del investigado”,
quien hizo un “uso proporcionado del arma” tras haber requerido
al sospechoso en varias ocasiones para que depusiese su conducta.
El
juez recuerda además que el disparo de la pistola eléctrica fue
efectuado cuando el hombre que huía de los agentes “se encontraba
a suficiente distancia del muro”. El instructor concluye que fue él
mismo el que “decidió saltar para evadirse de la autoridad,
precipitándose al vacío, tal y como se desprende de la declaración
del investigado”, otros tres agentes municipales que comparecieron
en el juzgado como testigos y los informes de la propia Policía
Local, la Guardia Civil y el teléfono de Emergencias 112.
Comparte la noticia
Categorías de la noticia