Local para el centro de interpretación de la trufa En octubre de 2017 la Diputación de
Castellón aprobó una línea de subvenciones para que los municipios de la
provincia pudiesen llevar a cabo inversiones turísticas financieramente
sostenibles. El ayuntamiento de El Toro se acogió a este programa presentando
un proyecto para la creación de un centro de interpretación de la trufa.
El cultivo y comercialización de la
trufa negra tiene cada vez un mayor peso en la economía de este municipio del
interior de la provincia de Castellón. Paralelamente, se intenta desarrollar el
aspecto turístico de esta actividad con iniciativas como la organización de una
feria a finales del mes de noviembre, feria de la que este año se celebró su
decimoquinta edición. El mencionado proyecto de creación de un centro de
interpretación iba a complementar esa oferta turística.
En el marco de la citada línea de
subvenciones, la Diputación de Castellón concedió en enero de 2018 setenta mil
euros para la realización del proyecto. El centro de interpretación iba a
ubicarse en los bajos del edificio consistorial de la localidad. Para ello era
necesario acometer unas obras de acondicionamiento (trabajos de albañilería e
instalación de calefacción y una puerta acristalada) tras las cuales se dotaría
el local de los recursos museísticos propios de un centro de interpretación.
Según las bases de concesión de la
subvención, el centro de interpretación debía haberse finalizado el pasado día
1 de diciembre. Sin embargo, a fecha de hoy las obras ni siquiera han empezado.
En concreto, las obras de acondicionamiento se adjudicaron el pasado mes de
noviembre (diez meses después de la concesión de la subvención), sin que la
empresa adjudicataria haya tenido tiempo de empezar las actuaciones.
A pesar de que las obras no están ni empezadas, el
ayuntamiento presentó antes del 1 de diciembre una certificación de la
finalización de esas obras ante Diputación. La emisión de esta certificación
irregular, firmada por el arquitecto encargado del proyecto Vicente L. García
Gil, fue reconocida por la propia alcaldesa Ana Mª Orduña García en el pleno
del pasado 17 de diciembre cuando, a preguntas del grupo socialista en la
oposición, afirmó que solo había que "poner una puerta, que ya está
encargada", y que firmar certificaciones de obras no finalizadas "se
podía hacer".
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