El alcalde y concejales de Estivella con la diputada provincial en el municipio. EPDA El municipio de Estivella ha iniciado los procedimientos administrativos
para acometer tareas de consolidación y recuperación de una parte,
ahora oculta, de la Nueva Cisterna, que permita la dinamización
patrimonial de esta instalación hídrica. Unas actuaciones para las que
se contará con los recursos económicos procedentes de la Diputació de
València, tal y como ha trasladado el alcalde de Estivella, Rafael
Meteu, a la vicepresidenta de la corporación provincial, Maria Josep
Amigó, durante la reciente visita efectuada a este municipio del Camp de
Morvedre para conocer de primera mano las inversiones realizadas con
los recursos provinciales, a la que también asistió el concejal Francesc
Mateu.
Maria Josep Amigó ha valorado la importancia de acometer este tipo de
actuaciones, puesto que "poder reformar el patrimonio y mostrar a todos
los vecinos y visitantes el funcionamiento de esta infraestructura
hidráulica tan arraigada en la localidad es una actuación que hay que
poner en valor". Es por ello, la vicepresidenta ha reivindicado «la
apuesta por la autonomía municipal» realizada por parte de la Diputació
de València, "para que cada equipo de gobierno pueda valorar cuál es la
realidad de su municipio e invertir los recursos en aquellos proyectos
que resulten necesarios y contribuyan a mejorar la calidad de vida de la
ciudadanía y los atractivos locales", ha subrayado Maria Josep Amigó.
En concreto, la Cisterna Nueva de Estivella resulta una gran balsa
subterránea financiada en 1854 por parte del pueblo con el objetivo de
abastecerse de agua, la cual sustituyó una instalación similar fechada
cronológicamente ya en el siglo XVI. Una construcción que actualmente
sólo tiene como parte visible una caseta, rematada por un tejado, con
acceso a una escalera que baja hasta la pila y el grifo de la balsa,
donde antiguamente se llenaban de agua las garrafas y los cántaros. La
balsa ocupa todo el perímetro de la plaza y está constituida por dos
zonas diferenciadas separadas por dos grandes arcos de medio punto. La
entrada en la balsa se hacía a través de una claraboya por la que se
accedía directamente al interior y que servía para limpiarla. Del mismo
modo, también presenta una entrada de la acequia de Pau, que era la que
vertía el agua en la balsa para llenarla.
Esta construcción dedicada al agua tuvo vigencia hasta entrado el siglo
XX, ya que no sólo servía para almacenarla, sino también para
refrescarla. Fue rehabilitada en el año 1998 y ahora, con los recursos
disponibles de los diferentes programas puestos en marcha por parte de
la Diputació de València, se pretende ampliar el área visible de la
cisterna para que ésta siga siendo un destacado elemento del patrimonio
urbano.
En este sentido, el alcalde de Estivella, Rafael Mateu, ha explicado que
con la ejecución de las actuaciones previstas «se conseguirá consolidar
el techo y los muros más deteriorados de esta construcción hidráulica,
además de recuperar la zona posterior de la cisterna, aquella no visible
y que alberga el depósito, el cual se extiende a lo largo y ancho de
toda la plaza». Asimismo, Mateu se ha mostrado convencido de que este
proyecto, en su conjunto, «nos permitirá a todos los vecinos y vecinas
de Estivella y a sus visitantes reconocer nuestro patrimonio y
reencontrar a nuestros antepasados y sus formas de vida», ha apuntado
el alcalde.
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