Manuel Gil López, de 65 años de edad, natural de Jérica y vecino desde
hace tiempo de Mora de Rubielos murió en la noche del pasado viernes como
consecuencia de la cogida de una vaca en los festejos taurinos de la ciudad
turolense.
Una vaca de la ganadería alicantina de La Paloma, de Jalón, lo
sorprendió junto a los barrotes de un entablado propinándole un fuerte golpe en
el abdomen por el que cayó al suelo donde el astado volvió a embestirle.
Al parecer la vaca se alejaba del lugar donde se encontraba Manuel
cuando dio media vuelta rápidamente, cogiendo por sorpresa al hombre.
Trasladado en ambulancia al Hospital Obispo Polanco de Teruel,
falleció cuando iba a ser intervenido de urgencia. El herido no presentaba
heridas por asta pero el fuerte golpe le produjo un derrame interno que afectó
al hígado.
Tras el desgraciado incidente, el Ayuntamiento de Mora de Rubielos
suspendió todos los actos festivos del mismo día y en la mañana de ayer sábado
la corporación municipal guardó un minuto de silencio a las puertas del
consistorio, en señal de luto por el fallecimiento.
El alcalde de la localidad, Hugo Arquímedes, señaló que hasta el
momento no se había registrado ningún fallecimiento por cogida de toro en el
municipio.
Manuel era muy apreciado en Mora de Rubielos, donde
residía desde hace bastantes años y su muerte ha causado gran conmoción entre
sus vecinos y también en Jérica, donde vive un hermano suyo. Deja dos hijos ya
mayores.
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