Los coches circulan por la acera / J.F.R
Ramas que tardan en recogerse y parques con muchas carencias en Fuensanta. / jose forés romero No es la primer vez que un medio de comunicación hace un reportaje sobre el barrio de Fuensanta. Y lamentablemente, no será la última. No es que su situación lleve a los vecinos al borde de un levantamiento popular, pero ya están cansados, incluso, hasta de verbalizar sus quejas. Y puede que datar el inicio de los problemas no sea tan complicado. De hecho, muchos se sienten olvidados desde que emergió el barrio tras la riada de 1957. Un barrio que convive entre Tres Forques , Vara de Quart, la Avenida del Cid, y Xirivella.
El caso es que el Ministerio de la Vivienda, promovía, tras la tragedia, la construcción de 2.500 viviendas, 1.500 de ellas responsabilidad del ayuntamiento de Valencia. De estas, 880 se construyeron en el Grupo de la Virgen de la Fuensanta. Junto con las viviendas se construyeron veintidós locales industriales, una iglesia y colegios. Aquello se puso en pie, en gran parte por las aportaciones de países, ciudades y particulares para los damnificados por las inundaciones.
La Fontsanta desde entonces ha sido una zona en la que e instalaron muchas familias gitanas que procedían de Nazaret, y puede que ello explique gran parte del ninguno recibido por parte de quienes han tenido y tienen responsabilidad de gobierno.
Pero volvamos a la actualidad. Ángel Moreno, representante vecinal, ejerce de guía para El Periódico de Aquí. Lo primero que hace es disculparse por venir el solo. Había quedado con más vecinos, pero ya no están por la labor de mojarse. “Dicen que sí, pero a la hora de la verdad, ya sabes, solo se quejan”.
Moreno que lleva viviendo cerca de 50 años por esas calles, lamenta que pese a tener colegios, institutos, un centro de Salud, y un Hospital, el General, tan cerca, nadie quiere pasarse por determinadas zonas del enclave.
ÁRBOLES Y BARBACOAS
No hace falta más que darse una vuelta por La plaza de Murcia y alrededores para comprobar que hace mucho tiempo que no se podan los árboles. Hay ejemplares que, literalmente, entran en las casas. Situación que provoca la entrada de roedores e insectos en los hogares.
Los jardines parecen sacados de escenas casi apocalipticas. Crecen pinchos y hierbajos como si fueran Starbucks en el centro. Por no tener, no tienen ni alcorques en algunas de esas zonas. Y si a eso le añades el incivismo, tienen la tormenta perfecta.
Son muchos los que llenan de mierda las calles, de sillas, de colchones, de juguetes rotos, de todo, porque hay de todo. Incluso barbacoas. De hecho, los fines de semana se vive al aire libre. Hay mucha fiesta, comidas y juergas. Parece la ciudad sin ley, sobretodo en el grupo de viviendas que hay detrás de la Parroquia.
SOLARES
La Asociación de Vecinos de la Fuensanta lleva denunciando el estado de dos solares del barrio que suelen inundarse y que se han convertido en inmensos aparcaminetos. Y en uno de ellos, en el ímite con Xirivella, quieren que se habilite el espacio para aparcar, pero de una manera digna. Aún esperan sentados a recibir respuesta. El otro es de titularidad privada. Proponen, por tanto, una expropiación y la creación de una zona ajardinada. Y mientras es un peligro, puesto que los coches transitan, sin pudor, por las aceras de la calle Escultor Salcillo, maniobras habituales en otras zonas del barrio. Tanto que hace unas semanas un turismo atropelló a una señora que resultó herida leve.
COMERCIOS
Además, en la mencionada plaza, ha habido un cierre generalizado de comercios. Tan solo se mantiene en pie una quiosco donde se tramitan apuestas de Loterias de Estado. Es poco consuelo pero quizá sea la única forma de que se poden esos árboles, y de que
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