Gigatron llena el Espai Jove de Puçol con un repertorio muy conocido por un público entregado

Concierto Ampli

Estaba previsto que el concierto de los siete grupos comenzara a las 19 horas en la playa, pero la lluvia obligó a trasladarlo al Espai Jove y los últimos ajustes de sonido retrasaron el comienzo hasta las 19.45 horas, pero este desfase permitió que el público acudiera desde el principio a la actuación de TDH, el grupo local que subió en primer lugar al escenario.

La segunda actuación de grupos componentes de l’Ampli fue la de Anna & the Punkrockets, ya conocido por anteriores conciertos en la playa en veranos anteriores.

Prisoners of War es otra banda formada por veteranos músicos de Puçol. Su actuación fue la tercera de la noche y llegó en un momento en que comenzaba a llover, por lo que esa porción de público que siempre sigue los conciertos desde el exterior se vio obligada a entrar en el Espai Jove… y se notó la mayor presencia de público.

Otro de los grupos habituales de los conciertos veraniegos en la playa: Sentencia se presentaba con el nuevo nombre, pero son los mismos veteranos que todos hemos escuchado en multitud de ocasiones bajo la denominación de Sentenciados. Los viejos rockeros nunca mueren.

Al filo de la medianoche, el primer grupo invitado fue No Kreo, con el Espai Jove a tope y con ganas de disfrutar de la larga noche del rock en Puçol, que tendría su continuación con el grupo que todos esperaban, Gigatron, aunque antes habría un concurso muy especial.

Para aquellos dispuestos a permanecer largas horas en el Espai Jove se montó un servicio de cenas, con bocatas a precios populares. Y, para animar la velada, poco después de medianoche una actividad que se viene repitiendo desde hace años en el festival del Ampli: el concurso de la cerveza. Muchos inscritos, así que hubo cuatro eliminatorias previas y la gran final, con premios para los más rápidos vaciando su vaso de cerveza.

«La colaboración con Gigatrón era el broche de la noche», afirma Fernando Moreno, presidente de L’Ampli, «ellos siempre generan más fiesta de la que montamos nosotros». Eran las palabras antes del concierto y no se cumplieron al pie de la letra.

Gigatron no sólo llenó el Espai Jove, sino que montó una fiesta por todo lo alto, con un público entregado de antemano, incluso algunos (muy jóvenes) acompañándolos encima del escenario, con máscaras, con brillantes juegos de luces y con un repertorio que la mayoría de los asistentes conocían de memoria.

El cierre de la noche lo puso la Orkesta Paraíso, un grupo ideal para cerrar fiestas por el sello marchoso que imprimen a sus temas. Fue un aniversario espectacular.