Juanvi Pérez. EPDA
El invierno nos trae una nueva borrasca. Lluvia, nieve,
viento, frío y los datos del CIS del renombrado Tezanos. Con el elefantiásico
gobierno neomarxista en marcha, la devastadora maquinaria propagandística de la
izquierda ha puesto todo su empeño en preparar el marco adecuado para el nuevo
relato. No hace falta entrar en detalles. Los ejemplos desde el primer Consejo
de Ministros son reveladores y el horizonte no puede ser más preocupante.
Pero centrándonos en lo que nos interesa por estos lares. Los
datos del CIS territorializados siguen advirtiendo que las luces rojas lejos de
apagarse, buscan romper la frágil resistencia del filamento haciendo estallar
la bombilla. Con el frío invernal nos
han llegado estos fríos datos, que con la debida cautela (Tezanos continua con
su manipulación sistemática a beneficio de inventario) no podemos obviar. La
tendencia que sigue marcando en esta tierra no deja de ser preocupante. El PSOE
seguiría siendo la fuerza más votada en la Comunitat Valenciana, con un 31'4 %
de los votos (3'6 puntos más que en las elecciones generales del 10 de
noviembre) y doblaría en porcentaje de votos al PP, que repetiría como segunda
pero obtendría el 15'1 % (8'1 puntos menos que el 10N).
Muchos venimos advirtiendo desde hace ya varios meses, nada
más asumir los resultados electorales de primavera en los que perdimos el 50%
de nuestra potencia electoral, que era necesario realizar una catarsis interna
para rearmar un proyecto que, por errores propios, se ha ido distanciando de
nuestro propio electorado. A la vista están los resultados. Seguimos en este
impasse en el que la izquierda sigue marcando la hoja de ruta, forzándonos a ir
a rebufo sin capacidad para marcar la Agenda.
El desgaste interno es brutal y no podemos seguir marcando
estrategias desde la metrópoli capitalina, de espaldas a esa otra realidad de
una provincia desarbolada orgánicamente. Cada día que perdemos manteniendo este
statu-quo desde el inmovilismo orgánico, es un balón de oxígeno para el PSPV. Ximo
Puig sigue en su bastión de la calle Caballeros, ejerciendo el efecto de un
agujero negro que absorbe toda la energía de propios y extraños, para hacerse
más fuerte. De ahí la imperiosa necesidad de reforzar nuestra estructura para
dar mayor cobertura a nuestros representantes en las Instituciones, que a duras
penas pueden hacer mella en el efectivo escudo del Botánic.
Tezanos es todo un crack, no lo vamos a descubrir ahora.
Pero el peligro está en la tendencia que subyace dentro de los datos. Otro
aviso a navegantes. No podemos permanecer refugiados en puertos seguros sin
capacidad, voluntad y coraje para alzarse a la mar y afrontar una borrasca que
podemos capear con solvencia, si todos trabajamos como uno solo, remando en la
misma dirección. La historia y el trabajo de todos aquellos que aportaron lo
mejor de sí mismos para conseguir transformar esta tierra, con el Partido
Popular como instrumento necesario, se merecen que levemos anclas y nos hagamos
a la mar. Hay que salir de la zona de confort para devolver la confianza a los
nuestros y demostrar que este Partido esta forjado en los principios y valores
que Valencia, la Comunitat y ESPAÑA necesita. Reformismo y patriotismo
constitucional con un marcado espíritu liberal y humanista. Desde un
regionalismo inclusivo que ponga en valor la importancia de ese ADN valenciano,
tan necesario ahora que se cuestiona esa historia común a la que tanto
aportamos.
Son momentos para los valientes. La paralización de nuestros
instrumentos orgánicos no puede ser una rémora. Es la hora del compromiso y de
la responsabilidad, para no repetir errores del pasado, por cierto inducidos,
que pagaron nuestros afiliados sin tener ninguna culpa. Es la hora de sumar,
sumar los distintos, para ser más fuertes. Solo así, renovando nuestra
estructura provincial, podremos rearmar nuestro proyecto municipio a municipio
para invertir la tendencia y demostrar a la ciudadanía que este Partido sigue
dispuesto a ser su mejor garantía para frenar la deriva botánica que nos
afecta.
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