Un hombre adquiere un medicamento en una farmacia. EFE/Archivo La atención desde las farmacias comunitarias de síntomas menores podría ahorrar 121 millones anuales en la Comunitat y permitiría al médico de atención primaria o de los servicios de urgencia una mayor disponibilidad para tratar pacientes complejos y aumentar la accesibilidad del paciente al sistema sanitario.
Además, se evitaría un "uso inadecuado" de los recursos del sistema sanitario en atención primaria, servicios de urgencia e ingresos hospitalarios, así como un "importante ahorro" en medicamentos innecesarios, disminuyendo la automedicación.
Estos son algunos de los resultados del servicio de indicación para síntomas menores en el ámbito de la farmacia comunitaria (INDICA+PRO) presentado este jueves en Valencia.
El estudio ha sido realizado por el Colegio de Farmacéuticos de Valencia (MICOF), la Sociedad Española de Farmacia y Comunitaria (SEFAC) y el Grupo de Investigación en Atención Farmacéutica de la Universidad de Granada (GIAF-UGR).
Además, han participado en su diseño la Conselleria de Sanidad, las sociedades médicas de atención primaria SEMERGEN y SEMFYC y asociaciones de pacientes, según informa el MICOF en un comunicado.
El estudio estima que cerca del 70 % de las consultas por síntomas menores en el centro de salud podrían tratarse en la farmacia comunitaria.
La colaboración médico-farmacéutico es "esencial" para llevar a cabo esta iniciativa, pionera en España, que podría disminuir los costes del sistema sanitario público, generando un ahorro de 121 millones de euros al tratar los síntomas menores desde la farmacia.
La iniciativa consistió en un registro de los datos de las indicaciones en doce síntomas menores cuyos protocolos de actuación y derivación se han consensuado entre las sociedades científicas citadas y el MICOF.
Esos síntomas menores son acidez, cefalea, congestión nasal, diarrea, dolor de garganta, dolor menstrual, flatulencia, herpes labial, pie de atleta, síndrome catarral/gripal, tos y vómitos.
Cada paciente que acude a la farmacia en lugar de a atención primaria para tratar un síntoma menor le supone un ahorro al sistema sanitario de 52 euros, mientras que quien acude a la farmacia en lugar de la Atención Continuada para el tratamiento de este tipo de problemas de salud implica un ahorro al sistema de 102 euros.
En el estudio hubo una derivación al centro de salud del 7,4 % en aquellos pacientes que consultaron por un síntoma menor y del 6,8 % cuando demandaron un medicamento para estos problemas de salud en la farmacia.
Además, el farmacéutico comunitario del grupo intervención modificó el 12,6 % de los tratamientos demandados por los pacientes para automedicación.
Fernando Martínez, profesor de la Universidad de Granada y responsable del UGR, y Shalom Benrimoj, profesor de la Universidad de Sídney, han presentado este estudio.
El estudio ha durado seis meses y en él han participado veintisiete farmacias de veintiún municipios, 42 profesionales farmacéuticos y tres centros de Salud con tres médicos de Atención Primaria, y han sido 886 pacientes los que se han ofrecido a colaborar en el proyecto.
Según Noelia Amador, miembro de GIAF-UGR y farmacéutica del Departamento técnico de SEFAC, el propio modelo de ordenación farmacéutica permite que casi toda la población disponga de una farmacia en su propio municipio, "garantizando el acceso a la atención sanitaria a nivel nacional".
El presidente del MICOF, Jaime Giner, ha destacado que es esencial que la farmacia comunitaria "fundamente sus actuaciones en estudios y protocolos normalizados según la evidencia científica disponible".
Según Giner, los farmacéuticos son "profesionales cercanos" y conocen "la situación social y sociosanitaria" de sus pacientes y ha reivindicado a la administración pública que se incluya a estos profesionales "dentro la planificación sanitaria, así como en los planes de salud".
La presidenta de SEFAC-CV, Maite Climent, ha añadido que el servicio de indicación farmacéutica "es fundamental para la profesión" y, realizado en colaboración con los médicos, "puede jugar un papel esencial en el autocuidado de los pacientes y, en especial, en la automedicación responsable cuando se trata de síntomas menores".
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