La Audiencia Provincial de Alicante juzga este mes a
26 personas de nacionalidad rusa y georgiana acusadas de formar parte
de un grupo organizado dedicado a robar en el interior de viviendas.
Los acusados, cuya base de operaciones estaba en Alicante, actuaban
en todo el territorio español y seleccionaban a las víctimas en
función del botín que podían obtener, sobre todo, joyas y dinero,
y de la facilidad para acceder a la casa. Para cometer los robos,
usaban vehículos de alta gama, que les permitían huir con rapidez y
esconder las herramientas con las que abrían las puertas, o los
efectos procedentes del robo.
El grupo estaba organizado de forma
jerarquizada, con un cabecilla en la cúpula de la red, los
ejecutantes de los robos en un segundo escalafón, y varias personas
que se encargaban de dar apoyo logístico y ocultar los objetos
robados. Dos de los acusados tenían una cafetería en Alicante, en
la que se reunían los miembros de la banda, y una vivienda en San
Juan en la que guardaban los efectos obtenidos de los robos.
La banda
actuó en viviendas de Logroño, Pamplona, Albacete, Zaragoza,
Murcia, Oviedo, Sevilla y Gijón, entre los años 2011 y 2012.
El
fiscal pide penas de hasta 67 años de prisión por los delitos de
organización criminal y varios delitos de robo con fuerza.
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