El
Ayuntamiento de València ha instalado en el jardín de Tres Forques,
del barrio de Patraix, las réplicas de cuatro esculturas de gran
valor artístico del escultor Ponzanelli. El acto de inauguración
será esta noche, con la presencia del alcalde de València, Joan
Ribó, que ha destacado «la importancia de recuperar el patrimonio
de todos los valencianos y valencianas y de permitir que en los
barrios se pueda disfrutar del valor de esculturas como las que se
han replicado e instalado en Patraix».
Al
acto también asistirá la concejala de Patrimonio Histórico y
Recursos Culturales, Glòria Tello, que ha puesto en valor las
actuaciones impulsadas y desarrolladas por su Concejalía a raíz del
último acto vandálico sufrido por estas esculturas. «Por un lado,
dentro del Plan de Restauración del Patrimonio, hemos restaurado las
cuatro figuras originales, que se ubicarán en el Museo de la Ciudad;
por otro, hemos encargado la construcción de unas réplicas de las
figuras principales de Diana, Venus, Plutón y Apolo, que desde hoy
podemos disfrutar en este jardín de Patraix». El presupuesto para
esta intervención ha sido de 32.000 euros.
El
traslado a Patraix de estas piezas escultóricas es una
reivindicación histórica de los vecinos y vecinas del barrio, por
considerarlo un símbolo del patrimonio antiguo de su distrito.
Durante los últimos años las asociaciones de vecinos y vecinas de
Patraix han reclamado continuamente el retorno al barrio de las
estatuas dispersas de Ponzanelli.
Después
de sufrir un acto vandálico en 2012 cuando estaban instaladas en los
Jardines de Viveros (Venus, Plutón y Apolo estaban decapitadas y a
Diana le faltaba el brazo derecho), la Asociación de Vecinos y
Vecinas de Patraix reclamó de nuevo el traslado de estas piezas a su
barrio, o al menos una réplica, solicitud que el Ayuntamiento de
València ha atendido con ocasión del 40 aniversario del movimiento
vecinal.
La
historia de estas esculturas se remonta al encargo que el canónigo
Antonio Pontons, propietario de una alquería en Patraix, realizó al
escultor Giacomo Antonio Ponzanelli (escultor italiano del siglo
XVII, discípulo de la Escuela de Bernini), a quien le encargó
varias esculturas para colocarlas en el huerto de esta alquería. Al
morir sin descendencia, todo este patrimonio artístico acabó siendo
propiedad del Ayuntamiento de València, que instaló las esculturas
por toda la ciudad (Las cuatro estaciones, en Viveros; el Tritón, en
la Glorieta; el Neptuno, en el Parterre, y Santo Tomás de Villanueva
y San Luis Beltrán, en el puente de la Trinidad).
El
lugar del emplazamiento original de estas esculturas, el huerto de
Pontons, consiguió gran esplendor en su época y aunque ya no
existe, es todo un orgullo para el distrito de Patraix por ser el
lugar del emplazamiento original de la obra de este artista, por lo
cual consideran estas esculturas como parte esencial de su historia y
su tradición. «Estamos profundamente satisfechos por haber
contribuido a hacer realidad esta antigua reivindicación del barrio
de Patraix con el retorno de las esculturas de Ponzanelli, una deuda
histórica porque el patrimonio cultural del barrio volviera al lugar
del que nunca tenía que haber salido», ha afirmado para finalizar
Tello.
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