Diputació de València. EPDA La
Diputació de València aprobará este viernes en el último pleno
del año el Presupuesto para 2019, que alcanzará los 486,3 millones
de euros, 13 más que el pasado curso. La diputada de Hacienda,
Rebeca Torró, ha avanzado este martes las principales líneas de
unas cuentas que aumentan un 2,7% e insisten en la autonomía de los
alcaldes y alcaldesas y el refuerzo de las transferencias directas a
los municipios valencianos.
En
este sentido, los municipios recibirán 126,7 millones de euros en
financiación directa de la Diputació, frente a los 117,2 del pasado
año, a través de programas como el Plan de Servicios y Obras
Municipales (SOM), dotado con 36 millones de euros, el Fondo de
Cooperación Municipal, que destinará a los ayuntamientos 22,4
millones de euros, o los servicios sociales generales para municipios
de menos de 10.000 habitantes, que en 2019 dispondrán de una partida
de 13,5 millones de euros, el triple que al inicio de la legislatura.
A
estas ayudas directas que los consistorios podrán destinar a
inversión o gasto corriente habrá que sumar, a lo largo del próximo
año, el superávit del presente ejercicio, que como viene siendo
habitual desde finales de 2015, primer año de la legislatura, se
destinará a nuevas inversiones sostenibles en los municipios a
través del IFS, un plan que en estos cuatro años supera ampliamente
los 100 millones de euros.
En
cuanto al incremento de las cuentas para el próximo año, se
incrementa en 5 millones la partida para el Hospital General y se
introduce una línea de 1,3 millones de euros para el programa contra
el despoblamiento de los municipios de interior de la provincia, como
partidas destacadas. El resto del presupuesto mantiene la esencia de
las cuentas de la legislatura que finaliza en mayo, con la
simplificación de planes y trámites, la autonomía y la mejora del
financiamiento de los municipios y el equilibrio económico con una
reducción progresiva de la deuda como ejes de la gestión
provincial.
La
mitad de deuda
La
prioridad que el actual equipo de gobierno de la Diputació ha dado a
la inversión en los municipios frente a la amortización de deuda
bancaria no ha impedido que el endeudamiento de la corporación haya
ido bajando en los últimos años. En 2019 esa deuda quedará en los
130 millones de euros, menos de la mitad de los 266 millones que
debía la institución en 2014. Esos 130 millones, tres menos que en
el anterior ejercicio, suponen una deuda del 30,44%, muy lejos del
110% permitido por la legislación vigente.
Sin
ayudas arbitrarias
Otro
de los puntos destacables del presupuesto de la Diputació es la
desaparición definitiva de las ayudas arbitrarias, que en 2014
ascendían a 34,4 millones de euros y que en 2019 solo van a mantener
800.000 euros que se destinarán únicamente a asociaciones y
organismos sin ánimo de lucro, tales como Cruz Roja, la Universitat
de València, la Unió de Llauradors, el Fons Valencià per la
Solidaritat o la Coordinadora Valenciana de ONG’s, entre otros.
La
evolución de esta partida ha sido especialmente significativa a lo
largo de la legislatura, introduciendo criterios objetivos en los
distintos planes provinciales y reduciendo a la mínima expresión
las ayudas de Presidencia, que en 2017 fueron de 4 millones de euros,
de 2 millones en 2018 y 800.000 euros en 2019, solo para estas
organizaciones no lucrativas. Primero se eliminaron los convenios
singulares y en el presente año las ayudas directas a municipios,
hasta quedar solo las concedidas a entes sin ánimo de lucro.
En
opinión de la diputada de Hacienda, Rebeca Torró, “otra Diputació
es posible y se ha puesto de manifiesto en la presente legislatura,
una corporación al servicio de las ciudadanas y ciudadanos que
combina el incremento de las transferencias directas a los
ayuntamientos y la autonomía de estos para decidir las inversiones
con la contención de la deuda”.
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