Ioana Fecioru Mi nombre es Ioana - mi apelativo en el boxeo es“La Reina del Este”- Fecioru y soy boxeadora amateur. Llevo practicando este deporte desde los 19 años y compitiendo desde hace 7 meses.
Comencé a practicar boxeo debido a que estaba pasando por una etapa muy dura en mi vida y me ha ayudado enormemente, convirtiéndose en mi vía de escape.
Mi experiencia como mujer dentro del boxeo es muy positiva, puesto que me considero una más. Me siento aceptada por la totalidad de mis compañeros y no considero que el hecho de ser mujer sea motivo de exclusión dentro de este ámbito, tanto a nivel de competición como de entrenamiento.
Cada vez hay más mujeres ejerciendo este deporte y es algo digno de admirar. Desde aquí animo a todas las mujeres que lo practiquen y que se olviden de el estigma de que el boxeo “solo consiste en pegarse”.
Me encanta esta disciplina. Gracias a ella he adquirido muchos valores que antes no tenía. Gane o pierda en una competición siempre me hace seguir adelante todo el esfuerzo que hago día a día en los entrenamientos así como todo el sacrificio (dietas, salidas...).
No obstante, también hay momentos de bajón (como en todo) que me duran unos días, pero aún así no me rindo, porque no quiero echar a perder todo el trabajo invertido.
Me motiva mucho el apoyo de mi familia, de mi pareja y entrenador, el ver mis mejorías y observar como voy avanzando paso a paso. Competir engancha, y me motiva el tener una fecha pactada.
Todavía recuerdo mi primera pelea. La noche anterior me costó dormir debido a los nervios que tenía. Yo era una persona muy tímida y gracias al boxeo he conseguido salir de mi caparazón, ya que me ha ayudado a superar el miedo de hablar cuando había gente delante.
Cuando llegó el momento de salir al ring notaba como si se me fuera a salir el corazón por la boca, pero conforme iba avanzando y escuchaba a la gente que vino a apoyarme cogí mucha confianza. Me acordé de todo el trabajo y el esfuerzo que había depositado en ello, y se convirtió en la mejor experiencia de mi vida. El que te aplaudan, te apoyen... no se puede describir con palabras. Es en ese momento cuando todo tu sudor y ahínco ha cobrado sentido y ha merecido la pena.
A la hora de competir no solo te has de preparar físicamente, sino también mentalmente. Es muy importante la concentración, así como el mentalizarte de de todo el trabajo que vas a tener que realizar, es algo fundamental.
Para relajarme me gusta escuchar música y estar a solas con mi entrenador en algún lugar tranquilo.
Por otro lado, en el boxeo es muy importante la dieta y el tema del peso. A mí me tocó bajar 5 kilogramos en una ocasión. Para no caer en la bulimia o la anorexia es vital no saltarse ninguna comida, con llevar una buena dieta baja de hidratos y comer menores cantidades es suficiente.
En cuanto a mi entrenador, le considero el mejor del mundo. A parte de ello también es mi pareja. Me ha enseñado a superarme, a ganar confianza, a nunca rendirme, a ser humilde, a luchar, y un largo etc... Sabe como dirigirme, cuáles son mis puntos débiles, cómo trabajarlos, y la verdad es que siempre resulta efectivo.
Los dos tenemos muy buena compenetración, a los dos nos encanta trabajar juntos y se nos da muy bien. Le considero un pilar fundamental puesto que siempre me ha aportado muchas cosas buenas. Y no solo me llevo fenomenal con él, sino que también con todas las personas de mi gimnasio. La relación con todos y cada uno de ellos es fantástica y se respira un ambiente muy familiar. El boxeo me ha ayudado a integrarme en Valencia. De hecho, uno mis deseos consiste en formar parte de la selección valenciana en cuanto obtenga la nacionalidad.
Por último, me gustaría instar a aquellas personas que estén indecisas a practicar algún tipo de deporte que se planteen seriamente el meterse a boxeo, pues aporta muchas más cosas positivas de lo que a priori podéis llegar a imaginar.
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