La
recogida de ropa usada en Riba-roja de Túria durante el 2017
permitió reducir la emisión de CO2 a la atmósfera en 266
toneladas, un 13% más que en 2016. Según los datos aportados por
las dos empresas encargadas de la recogida, los contenedores de ropa
usada distribuidos por el municipio acumularon 83.992 kilos de
residuo textil.
Los
datos suponen un importante ahorro en emisión de dióxido de carbono
(CO2) a la atmósfera gracias a las prácticas que se siguen en el
proceso de recogida, selección y reutilización de las prendas
destinadas a la posterior venta en las tiendas dispuestas al efecto
con el objetivo de minimizar los efectos del cambio climático.
Las
84 toneladas recogidas en 2017 a través de los contenedores
representan un ahorro de 266 toneladas de CO2 a la atmósfera. Además
se recogieron 22.499 kilos de ropa en donaciones.
La
reutilización y el reciclaje del textil contribuyen al ahorro de
recursos, la protección del medio ambiente y la lucha contra el
cambio climático. Reducen los residuos en los depósitos controlados
y las plantes incineradoras, así como la emisión de gases de efecto
invernadero. Cada kg de ropa que se reutiliza y no es incinerado
evita la emisión de 3,169 kg de CO2, según datos de la Comisión
Europea.
“El
nuevo modelo de economía, dirigido hacia una sociedad socialmente
sostenible, va encaminado al reciclaje, con la recogida de ropa
propiciamos el máximo aprovechamiento del residuo textil, dándole
una segunda vida y favoreciendo un modelo de economía circular”,
asegura el alcalde de Riba-roja, Robert Raga
Por
otro lado, la gestión del residuo textil tiene dos grandes
beneficios sociales: el primero es la generación de ocupación verde
y la contribución a la economía social, puesto que fomenta la
creación de puestos de trabajo inclusivos, estables y de calidad. El
segundo es la aportación de recursos a proyectos de cooperación al
desarrollo. Las empresas con las que colabora el Ayuntamiento de
Riba-roja de Túria trabajan en la formación de profesores de
primaria en países como África, América Latina y Asia, el impulso
de la agricultura sostenible fortaleciendo las capacidades de
pequeños agricultores o los programas de lucha contra el VIH/SIDA,
entre otras acciones de desarrollo.
Después
de la orgánica, los envases y plásticos, el papel y el cartón, y
el vidrio, el residuo textil es la quinto que más generan los
españoles y la que presenta el porcentaje de valorización más alto
(por encima del 90%). Sin embargo, sólo una de cada 10 piezas que ya
no queremos tiene una segunda vida; al resto no se le da un
tratamiento apropiado cosa que imposibilita el reaprovechamiento. De
aquí la importancia de concienciar a la ciudadanía de la necesidad
de la recogida selectiva.
El
compromiso del Ayuntamiento de Riba-roja se ha sustanciado a lo largo
de estos últimos años de gestión en la compra de tres vehículos
eléctricos para los departamentos de Servicios, Medio Ambiente y
Urbanismo así como las diversas bicicletas adquiridas para la unidad
ambiental de la policía local creada en esta legislatura, en una
demostración por reducir la emisión de elementos contaminantes.
Raga
destaca "seguimos trabajando con el programa EcoRiba para la
creación de riqueza, empleo y dinamización económica y social a
través del medio ambiente, además nos hemos unido al Pacto de
Alcaldes por el Clima y la Energía parar reducir las emisiones de
CO2 en un 40% hasta el año 2030 y, formamos parte del Consejo de
Gobierno de la Red Española de Ciudades para el Clima que nos
permite poner en valor nuestra acción de gobierno en contacto con
otras ciudades de España".
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