Ismael Sáez Vaquero. EPDA Desde que el Ayuntamiento
de Faura decidió adquirir el edificio La Corbella, Junts per Faura
ha dedicado no poco tiempo y esfuerzos en criticar con más inquina
que razón, tanto al PSOE como a la UGT. Esfuerzo y tiempo que a mi
parecer merecerían mejor causa.
La Unión General de
Trabajadores ha sido la propietaria del edificio La Corbella porque
así lo decidieron en los años 30 del pasado siglo los trabajadores
que conformaban La Sociedad Obrera de Faura, y así se reconoce por
la Delegación Nacional de Sindicatos en 1943. Del mismo modo, tras
la llegada de la democracia y la restitución del patrimonio sindical
confiscado durante la dictadura franquista, La Corbella pasa de nuevo
a ser propiedad de la Unión General de Trabajadores. Así pues,
desde el punto de vista de la legalidad, poco creo que se pueda
objetar sobre la titularidad de este edificio y a quién
correspondía.
Zanjado este asunto,
espero, veamos pues qué se puede decir de la legitimidad: lo primero
es que en democracia legalidad y legitimidad van de la mano. Solo en
regímenes dictatoriales en donde la legalidad no responde al mandato
de los ciudadanos a través de sus representantes, cabe disociar
legalidad de legitimidad. No obstante, se aduce que dado que los
trabajadores que conformaron La Sociedad Obrera eran de Faura, el
edificio es de Faura. Estoy seguro que no compartirán este criterio
los vecinos y vecinas de Faura respecto de sus particulares
patrimonios, como tampoco lo harán las distintas sociedades de todo
tipo presentes en el municipio.
Por otra parte, si los
trabajadores que adquirieron La Corbella en su momento hubieran sido
afiliados a la UGT desde el principio ¿Serían por ello menos
vecinos de Faura? Y siendo igual de vecinos ¿Dirían también que La
Corbella no es de la UGT, sino de Faura?
Los miembros de La
Sociedad Obrera, en tiempos muy difíciles, decidieron libremente
integrarse en la Unión General de Trabajadores convencidos de que el
movimiento sindical necesita sumar efectivos para resultar útil y
así lo hicieron constar claramente y por escrito. De modo que creo
que también la legitimidad está de nuestro lado
No sé qué valor
económico podría obtenerse en el mercado por La Corbella, lo que sí
sé es que sin duda es muy superior al que finalmente se ha acordado
con el Ayuntamiento, dado que no llega ni a 150€ el metro cuadrado;
pero por su valor histórico, su ubicación y el interés mostrado
por el Ayuntamiento para su adquisición, en ningún momento nos
planteamos otra alternativa que la de facilitar un acuerdo con éste.
Lamentamos profundamente
la animadversión que se trasluce hacia la UGT en las críticas
vertidas sobre este asunto, faltan a la verdad, tergiversan y
construyen relatos llenos de demagogia. No estaba en nuestra
intención salir a la palestra contestando tanto despropósito, pero
la contumacia de los que se llaman a sí mismos “nueva política”
nos ha obligado a hacerlo.
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