Enrique Ortí Nos encontramos en un momento en que aquello que durante muchos años se ha denominado “mayoría silenciosa”, parece que despierte de su letargo y se ven atisbos de decir, o poner sobre la mesa cuestiones que han sido absolutamente tabú en política tras la pantalla de lo políticamente correcto, o no.
Como un humilde miembro de la clase política, tengo muy claro que el hartazgo de muchas personas al escuchar permanentemente eslóganes incuestionables sobre asuntos como: inmigración, ideología de género, solidaridad, igualdad, temas de derechos sociales, etc…, que la izquierda maneja con soltura y eficacia en lo ideológico, que no en la gestión, de tal forma que el que sea capaz de opinar al respecto y no siga la línea marcada por estos nuevos profetas que quieren crear una nueva sociedad, alejándola de la tradición, las costumbres y los patrones de educación y moral que, en general han regido el desarrollo de la civilización occidental, será tachado de facha, fascista, ultra derechista y antidemócrata.
Hoy, 16 de enero, en el Parlamento andaluz hemos asistido a la elección de Juanma Moreno como presidente de la Junta de Andalucía, fruto de un pacto de gobierno con Ciudadanos y con el apoyo de VOX que ha irrumpido en el panorama político como antaño lo hizo Podemos en otra línea ideológica.
La democracia tiene estas cosas, los ciudadanos votan libremente, y los políticos en estos tiempos sin mayorías absolutas, tenemos la obligación de interpretar ese voto. Pero no todos interpretamos ni acatamos ese voto de igual forma, ayer, el Parlamento andaluz fue rodeado por manifestantes que hacían ver su descontento con el pacto de gobierno alcanzado en Andalucía para descabalgar al PSOE después de 40 años, eso sí es un régimen…
No se los que vds. pensarán, que la izquierda, alentada por el PSOE, Podemos y demás camaradas acuda a rodear un parlamento a increpar a los legítimos representantes porque el pacto lo les agrada, no sé si es la actitud más democrática.
Yo fui elegido alcalde de Xirivella en 2011, con mayoría absoluta, por primera vez en 32 años dejó de gobernar el PSOE. En la toma de posesión más de 200 personas vinieron a increparnos y presionarnos y a mostrar su desacuerdo con lo que las urnas habían dicho, misma actuación.
Hay una frase que se atribuye a Churchill aunque nunca la dijo: “los fascistas del futuro se llamarán a sí mismos antifascistas”.
Perfectamente lo podría haber dicho Churchill.
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