Un momento del entrenamiento médico a un hipopótamo de Bioparc. EPDA Los
entrenamientos médicos de los animales son en algunos casos una ayuda importante para el bienestar de grandes especies de animales. Su finalidad es facilitar la exploración y diagnóstico y
posterior tratamiento por parte del equipo técnico de Bioparc Valencia con la
colaboración voluntaria del animal. Gracias a ellos, los animales permiten a los veterinarios hacer revisiones periódicas
necesarias para en control de su estado de salud o realizar tomas de muestras con facilidad.
Unas
de las especies que reciben estos entrenamientos especiales son los hipopótamos
del Nilo. A pesar de su aspecto pacífico y
“bonachón”, los hipopótamos son animales muy peligrosos. De hecho, el hipopótamo del Nilo es el animal que más muertes
humanas produce en el continente Africano. Y
es que este gigante de hasta 1.800 Kg de peso tiene enormes mandíbulas dotadas
de caninos de 50 cm de longitud. Si bien son herbívoros, no dudan en atacar a
aquellos seres humanos que se cruzan en su camino, a veces con fatales consecuencias.
Los conflictos con seres humanos aumentan a medida que la civilización avanza a
costa de mermar el hábitat para estos colosos, que necesitan grandes
extensiones de pasto para alimentarse.
Aunque
la mayor parte del entrenamiento médico se realiza en las instalaciones
interiores del parque, en el recinto exterior puede verse una muestra para
acercar estas sorprendentes imágenes al público, quienes pueden contemplarlos muy de cerca. Los
animales reciben comandos por parte de sus cuidadores para salir del agua o
aproximarse a ellos para alimentarles mientras les enseñan la boca. Una labor que requiere de la máxima profesionalidad y que
establece una relación de confianza entre el cuidador y el animal.
En
Bioparc habitan en la recreación de la mítica cueva de “Kitum”, donde se
recrean los ecosistemas de los grandes humedales africanos. Aquí conviven el
macho Raff y la hembra Rigas, procedentes del antiguo zoo de Viveros en
Valencia, y su hijo Nanuk, el primer hipopótamo nacido en el parque. La familia
de estos asombrosos animales ofrece espectaculares
escenas en su medio natural, el agua, siendo
Bioparc la única visión subacuática de España.
Apodado
“caballo de río” por los griegos, este gigante
semiacuático puede permanecer bajo el agua
hasta 6 minutos. Presenta los ojos y la nariz elevados, lo que le permite tomar
aire y ver lo que ocurre en la superficie, manteniendo sumergida la mayor parte
de su cuerpo durante el día. Por su naturaleza anfibia, los machos no defienden una porción de
tierra, sino unos cientos de metros de las
orillas de los lagos y ríos donde habitan.
Gregarios pero no sociales, los machos compiten entre ellos por dominar la
manada, utilizando sus largos colmillos inferiores a modo de armas.
Su
lentitud en tierra quizá contribuyó a desarrollar un carácter agresivo que le
permitiera sobrevivir en un continente con grandes depredadores como cocodrilos
del Nilo, leones o hienas manchadas. Sin embargo, y a pesar de las muertes
accidentales de seres humanos que se producen anualmente, los hipopótamos están amenazados por la acción del hombre. La caza
furtiva para obtener carne o marfil, así como la destrucción del hábitat o la caza indiscriminada para evitar
conflictos con los seres humanos y sus cultivos, hace que sus poblaciones se
encuentren en declive.
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