Las Naves
La
amenaza de un aumento de la censura después de la aprobación de la
directiva sobre copyright y un internet al servicio de las grandes
compañías será el telón de fondo de la celebración de la quinta
edición del Internet Freedom Festival (IFF), que vuelve a contar con
el centro de innovación Las Naves como sede.
A
la cita, que se celebrará entre el 1 y el 5 de abril, acudirán más
de un millar de defensores y defensoras de la neutralidad de la red y
los derechos humanos de 130 países. Así, el Internet Freedom
Festival vuelve a convertir la ciudad de Valencia en la referencia
mundial de la defensa de los derechos humanos en la era digital.
El
regidor de Innovación del Ayuntamiento de Valencia, Berto Jaramillo,
ha resaltado la importancia del Internet Freedom Festival por «la
necesidad de garantizar la seguridad de personas en todo el mundo que
ven menguados sus derechos fundamentales, así como defender la
privacidad en internet».
Según
ha explicado Pepe Borrás, cofundador del IFF, aunque parece
paradójico, «vamos a peor en cuanto a derechos y libertades en la
red. Esta misma semana, la Eurocámara ha aprobado la directiva sobre
copyright, cosa que solo se puede calificar de mala noticia. Con la
excusa de proteger los derechos de autor, cosa que hay que hacer,
aquello que se ha impuesto es un modelo que obstaculiza la creación
de contenido y que generará una gran barrera para todas aquellas
plataformas que no puedan costear la implementación de los filtros
que la nueva legislación establece».
«Lamentablemente,
lo que está sucediendo en Europa no es una excepción sino la norma
—añade Borrás—. Según el ONG Freedom House llevamos ocho años
seguidos de aumento de la censura en la red. Ahora que la mitad del
mundo ya está conectada en internet, corremos el riesgo que la otra
mitad (África y Asia principalmente) se conecte a un internet que no
respeta los derechos humanos», concluye.
La
quinta edición de este encuentro, la más importante a nivel mundial
en cuanto a derechos digitales, estará marcada por la ausencias. Por
un lado, de la defensora de derechos humanos sueca y asistente
habitual al IFF, Josefin Ekermann, que murió el pasado 9 de abril en
el accidente del Boeing 737 de la Ethiopian Airlines que hacía el
trayecto entre Adís Abeba y Nairobi. Tampoco acudirá el periodista
venezolano Carlos Luis Díaz, detenido el pasado 12 de marzo en
Caracas, y a quien el Gobierno de Nicolás Maduro ha impedido salir
del país.
UNA
PUERTA (CERRADA) AL OPTIMISMO
Pepe
Borrás también ha resaltado que «la Red acaba de cumplir treinta
años. Es momento de tratar internet de forma madura, porque la
digitalización del mundo es imparable. Pero no todo son noticias
malas, porque cuando nos movilizamos para actuar, se producen cambios
positivos, que es precisamente lo que hacemos en el IFF. En los
últimos días hemos visto cómo Facebook e Instagram eliminarán los
grupos de supremacistas blancos, que YouTube anunció que cambiará
su algoritmo para evitar la difusión de teorías conspiranoides y
que Amazon eliminará los libros de las antivacunas». Según el
cofundador del IFF, noticias como estas demuestran que es posible
cambiar cosas y que las grandes compañías no son ajenas a las
críticas.
De
hecho, a lo largo del IFF se producirá una reunión a puerta cerrada
entre responsables de Twitter y Facebook con activistas de diferentes
países del mundo para escuchar sus críticas y buscar fórmulas que
garanticen los derechos humanos y la privacidad de las personas
usuarias.
Este
año, en las cerca de 250 sesiones que se celebrarán durante el IFF
en el centro de innovación Las Naves del Ayuntamiento de València,
se pondrá un énfasis especial en las fake
news
y su utilización como arma política en diferentes países a través
de auténticos ejércitos de trols.
Se analizarán, entre otros, los casos de Pakistán, Indonesia,
Brasil o Nigeria; sin olvidar el incremento de la censura en todo el
mundo y su impacto económico.
Este
año también tendrán especial protagonismo las sesiones relativas a
la protección y uso de datos personales, y a la encriptación como
respuesta a las necesidades de privacidad de las personas usuarias.
Sobre este tema, se hablará de la desregulación de la vigilancia
digital, la creación de una nueva estructura en la red centrada en
la seguridad de las personas que lo usan y la guerra encubierta por
la soberanía digital.
Entre
otros, colaboran en el IFF entidades internacionales como Tor,
Wikimedia, Lantern, la Ford Foundation, Twitter, Mozilla, el
Electronic Frontier Foundation; y locales, como la Cátedra DevStat
de la Universidad de Valéncia o Newtral.
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