Paco Salt. EPDA Paco Salt vuelve a la primera
línea de la política. Tras pasar una legislatura como concejal, el
que fuera alcalde de Algímia d’Alfara durante cinco legislaturas
consecutivas con mayoría absoluta, vuelve a optar por la vara de
mando de su localidad. Con 74 años, abogado de profesión y con más
de 24 años de experiencia en la política municipal, Paco Salt
vuelve con la misma ilusión que siempre y con la confianza de
revalidar la mayoría absoluta.
Tras una legislatura como
concejal, vuelve a ser el candidato socialista para presidir el
Ayuntamiento de Algímia d’Alfara, ¿qué ha cambiado ahora?
La ilusión es la misma, lo
que ocurre es que la forma de hacer política creemos que se puede
mejorar sin decimiento de lo que se ha hecho hasta ahora. Pero el
grupo que formamos parte del partido, que de los seis concejales
somos cinco, creemos que se puede mejorar bastante lo que se ha hecho
hasta ahora durante estos cuatro años. Creemos que se podían haber
hecho más cosas y eso es a lo que venimos. Tenemos la misma ilusión
que teníamos hace cuatro años, volvemos a estar otra vez los cinco
juntos más otros tantos, y en definitiva eso es lo que nos une y lo
que nos lleva a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos de
Algímia. Desde el punto de vista ideológico creemos que las
personas están ante todo y por eso estamos peleando.
¿Vuelve a la primera línea
de la política o nunca se había ido?
Nunca me había ido. Siempre
me han interesado todos los problemas de mi pueblo y me siguen
interesando evidentemente.
En las elecciones de 2015, el
PSPV de Algímia apostó por Ernest Buralla, un joven que no militaba
en el partido, ¿qué valoración hace de su trabajo llevado a cabo
esta legislatura?
Es una persona que se ha
preocupado por lo que él entendía que eran las prioridades, aunque
en algunos casos discrepábamos el resto de los cinco concejales del
equipo de gobierno. Prueba evidente es que los cinco concejales
continúamos en la candidatura del partido y él está solo en este
sentido. No sé si montará alguna candidatura, pero vamos hemos
discrepado en muchas cosas porque la escala de valores que teníamos
desde el punto de vista del partido, del PSOE, a la forma de gobernar
del pueblo era diferente.
¿Y en qué temas han
discrepado más?
Pues por ejemplo en el tema
del instituto, que es prioritario para nosotros, y en la forma de
atacar algunos problemas porque si no hay subvención no se hace. La
gestión económica es también función del alcalde y del
ayuntamiento, en definitiva. Si usted cree que eso es necesario y no
tiene dinero, lo tendrá que pedir o buscar de donde sea como hemos
hecho nosotros durante estos 25 años. Si muchas veces esperas a que
te financien las instituciones supramunicipales como la Diputación o
la Conselleria, pues claro las cosas se retrasan. Y quién paga el
pato, pues los vecinos. Si en ese momento no tienes financiación,
los bancos tienen dinero y puedes pedir una póliza de crédito y
cuando venga la subvención, la pagas, pero la obra la haces
enseguida porque es necesaria. Es decir, las únicas discrepancias
que han habido es de entender lo que es la política local y de
prioridades en cuanto a la realidad de Algímia, de las cosas que se
podían hacer en beneficio de los vecinos.
En la asamblea del partido se
acordó que los cinco primeros puestos de la lista fueran ocupados
por militantes, ¿por qué es importante este matiz ahora?
Porque entendemos que al final
es un problema ideológico. No podemos responsabilizar a gente
independiente porque muchas veces falla. No fallan como persona, sino
en prioridades ideológicas. Si para nosotros lo primordial es la
educación, para otra persona no lo es y cree que es otra cuestión,
pues ahí tenemos que discrepar. Entonces para evitar todo esto, al
final decidimos que se habían acabado los independientes por lo
menos en los cinco primeros puestos, y así lo hemos hecho. Los cinco
primeros son del partido, aunque hay más, somos nueve concejales los
que hay en Algímia, y en la lista menos tres independientes los
demás somos todos del partido, incluso los suplentes.
¿Es cierto que las relaciones
de los cinco concejales del PSPV con el actual alcalde no son buenas?
No es cierto. Muchas veces la
gente confunde las malas relaciones con las discrepancias, que pueden
haber en un grupo. Una relación normal es discutir un tema, votarlo
al final, y ya está. Nosotros hablamos con él sobre muchas
cuestiones. Somos el equipo de gobierno. Sí que es verdad que el
contacto es más fluido que al principio.
¿Confían en revalidar la
mayoría absoluta en mayo?
Esperemos que sí. No
obstante, eso lo tendrá que decidir la ciudadanía de Algímia.
Ciudadanos ya ha confirmado su
presencia en las elecciones de Algímia, ¿cree que esto puede frenar
la hegemonía del PSPV al aumentar las opciones de gobierno del
bloque de derechas con PP?
No creo. En Algímia hay mucha
gente que piensa más o menos como nosotros desde hace mucho tiempo.
Cuando yo entré hace 25 años, el anterior alcalde ya era del PSOE,
y estaba dos legislaturas. Así que prácticamente en Algímia la
derecha ha gobernado muy poco.
Hasta ahora el Partido
Socialista ha sido el único partido de izquierdas del municipio,
¿conoce o intuye la aparición de una nueva agrupación progresista
en Algímia?
Es posible que haya alguna
candidatura de Compromís.
¿Y esto podría afectar a los
votos del PSOE? ¿Se amplía la posibilidad de un equipo de gobierno
progresista?
Es posible también. Pero eso
ya lo determinaremos cuando pasen las elecciones.
Hablando de las elecciones,
¿con qué programa electoral esperan atraer a sus votantes los
próximos comicios? ¿Algún proyecto o iniciativa importante que
pueda desvelarnos?
Lo que tenemos como prioridad
siempre es el tema educativo. Lo que sí que vamos a intentar de
todas maneras es que en el año 2020 el instituto esté terminado; en
el colegio que las instalaciones que se han pedido se lleven a cabo
también; y en infraestructuras, mejorar algunas zonas de
alcantarillado, y de comunicación con otros pueblos.
¿Cree que es necesaria la
creación de la Mancomunitat del Camp de Morvedre? ¿En qué
beneficiaría a Algímia d’Alfara?
Sí, si se refiere de momento
exclusivamente al tema del agua, del metro cúbico. Desaparecerían
los organismos como la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ)
y la entidad de saneamiento, que están ahora dentro del consorcio
del metro cúbico. Y entonces la mancomunidad sería exclusivamente de
los municipios que se benefician de esa concesión del agua.
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