Acaba una semana complicada. Una semana en la que las lluvias caídas en la comarca del Camp de Morvedre han supuesto un hecho insólito para nuestro municipio. Y me refiero a insólito porque la fuerte crecida del río, ocurrida durante el pasado lunes, no se había producido nunca de tal y modo y sin previo aviso. A pesar de no tener comunicado alguno sobre lo que podría suceder, desde primera hora de la mañana del lunes se cortaron todos los accesos al cauce del río. Al ver que el caudal empezaba a crecer, se decidió avisar con la mayor celeridad posible a los vecinos y propietarios de los vehículos aparcados en la zona, pero hay que decir que en apenas 15 minutos el caudal del río Palancia se llenó por completo.
Gracias a la rápida actuación de las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado, bomberos y protección civil se pudo evacuar a más de un centenar de automóviles, a pesar de no poder evitar que algunos de los vehículos quedarán atrapados. Pusimos todos los medios de los que dispone el Ayuntamiento al servicio de los ciudadanos, que no pudieron hacer nada por salvar sus vehículos.
Entendemos el malestar de las personas que en ese momento sintieron la impotencia de no poder hacer
nada, pero casos excepcionales como el ocurrido, no podíamos haberlo evitado.
La gente estaba confusa pues pensaban, como siempre había sucedido, que lo que había ocurrido es que se habían abierto las puertas del embalse y el ayuntamiento no había avisado como corresponde.
Ningún comunicado. No fue el caso. Insisto en que no existía comunicado alguno de tal hecho por parte de los organismos pertinentes. La fuerte crecida del río fue provocada por las intensas lluvias en el alto Palancia, no en nuestra ciudad. De hecho, nuestro nivel de preemergencia
durante toda la semana ha sido de nivel amarillo, es decir, bajo riesgo. Sin embargo, aquí es donde
aparece el oportunismo político. Candidatos a la alcaldía que utilizan este tipo de sucesos para alarmar al personal y pedir responsabilidades de algo que, de sobra saben, no se puede saber con antelación. No todo vale en política.
Lo curioso es como, desde un mismo partido político, unos te llaman para mostrarte su ayuda, entendiendo lo sucedido, y otros, como dijera en su momento un presidente autonómico, “lo que quieren es verme tirado en la cuneta”.
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