Desde comienzos de
legislatura cuando el bipartito PSPV-Compromis llegó al gobierno valenciano ha
centrado todo su interés en la promoción, difusión, implantación y obligación
del valenciano. Pese a vivir en una comunidad con gran riqueza lingüística- en
la que conviven dos lenguas cooficiales, castellano y valenciano- el gobierno
de Puig y Oltra se obcecan en imponer el valenciano en la sociedad, suprimiendo
así la libertad de elección de los ciudadanos.
Los despropósitos y la
imposición del valenciano son innumerables, chantajes lingüísticos en las
escuelas, promoción e impulso monolingüe en favor del valenciano, vetos
culturales, supresión de la identidad nacional en los medios de comunicación,
así como campañas promocionales mediante merchandasing, autobuses, talleres y
canciones protesta para llegar a todos los puntos de la Comunidad. Esas sólo
son algunas de las decenas de actuaciones que han acometido desde la
Generalidad Valenciana para imponer de forma única la lengua valenciana y
excluir a aquellas personas castellanohablantes.
Y es que, esa notoria
predilección por la lengua valenciana y su exclusividad ha hecho que nuevamente
se destinen cientos de miles de euros para entidades que promuevan su
imposición y el catalanismo. El conseller Vicent Marzà ha cubierto con medio
millón de euros a entidades que promueven el catalán en la Comunitat Valenciana
con el anuncio de ayudas a instituciones, entidades y asociaciones. Desde la
Consellería de Educación se han entregado siete subvenciones a Escola
Valenciana, otra de 50.000 euros a Acción Cultural, 4.000 euros a Ca Revolta y,
el Micalet se lleva alrededor de 20.000 euros. La Consellería de Educación
destina medio millón de euros a entidades pro catalanistas, mientras muchos de
los centros educativos siguen sin recibir las subvenciones de la
administración, las aulas CyL siguen sin tener el personal necesario para hacer
frente a las carencias de los alumnos y muchos de los niños valencianos siguen
pasando sus días en barracones.
De esa forma se distribuye el
dinero y los recursos desde la administración valenciana, pero, más indignante
es ver cómo el alcalde de Segorbe, Rafael Magdalena, y sus socios de gobierno
esconden sus vergüenzas mostrado su total apoyo a las decisiones de Puig y
Oltra, cómplices en las decisiones educativas, sanitarias y sociales, sólo por
contentar a sus homólogos autonómicos y sin atender a las peticiones de los
segorbinos.
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