El presidente de la Generalitat, Ximo Puig (c); la presidenta del Govern balear, Francina Armengol (d), y el director regional de la Ser, Bernardo Guzmán (i), participan en el foro sobre el Corredor Mediterráneo. EFE
El president de la Generalitat, Ximo Puig, ha considerado que la aplicación "sistemática y permanente" del artículo 155 en Cataluña no va a ser la solución, porque solo va a generar "mayor confrontación", aunque "evidentemente hay que hacer cumplir la ley".
Puig se ha pronunciado así en un Foro de la Cadena Ser en el que también ha participado la presidenta de Baleares, Francina Armengol, y ha cuestionado la actitud "absolutamente radical" e "irresponsable" del Gobierno catalán y ha defendido que el Gobierno de España intenta "acercar posturas".
El president ha afirmado además sobre el Consejo de ministros del día 21 en Barcelona que le parece "acertado" que se celebren reuniones del Ejecutivo fuera de Madrid, pues es "muy importante que se supere el centralismo anacrónico", y ha opinado que es un "gesto positivo" del Gobierno de España con Cataluña.
Ha afirmado que le gustaría "mucho" que el Consejo de ministros se reuniera en València, Alicante o Castellón, y ha indicado que no entiende que se pueda ver como una provocación, por lo que ha pedido que las instituciones desarrollen su actividad "con normalidad" y se haga una "política de la racionalidad, no la política de las ultraemociones".
Para Puig, las declaraciones de su homólogo catalán, Quim Torra, de la semana pasada son "improcedentes, impresentables y solo contribuyen a aumentar la tensión para nada", y no se puede "tolerar" que los responsables políticos no sean conscientes del cumplimiento de la legalidad ni sean capaces de generar el marco de convivencia que exige la democracia.
Un responsable político "no puede contribuir a la fractura social", eso es "terrible", ha alertado Puig, para quien, si el Gobierno de España intenta generar un espacio de "confortabilidad" y diálogo y la respuesta es "cada vez más disonante, no va a haber solución a medio plazo".
Ha reclamado a los gobernantes catalanes que asuman el marco estatutario y constitucional que les permite gobernar, porque cuando "se le pega una patada al Estado de derecho" no hay solución, y que orienten su acción en beneficio de la convivencia, en lugar de "azuzar la fractura social".
También ha alertado de que no se puede impedir que las mercancías de la Comunitat Valenciana lleguen a su destino, ni que las personas no puedan transitar por las carreteras "con total normalidad", ni que desde las instituciones se intente "provocar una situación de ingobernabilidad".
El president ha insistido en que intentar "dinamitar" los espacios de diálogo "no es el camino", y preguntado sobre si sería partidario de ilegalizar a partidos que quieren romper España ha afirmado que no hay que "criminalizar" las ideas, sino a las personas o los partidos que "no aceptan las reglas del juego".
Finalmente, ha alertado de que el "dogmatismo radical" hace "muy imposible" que haya interlocución y de que la "bipolarización" actual solo lleva a que haya un mayor enfrentamiento.
La presidenta del Govern de les Illes Balears, Francina Armengol, ha defendido que el actual Gobierno de España está intentado, desde la colaboración, buscar salidas para que Cataluña se sienta cómoda en España y viceversa, y ha destacado que para llegar a un acuerdo tienen que quererlo así las dos partes.
Armengol ha destacado que durante años el Gobierno central no ha hecho "ninguna propuesta concreta" a Cataluña, ni desde el otro lado tampoco, por lo que hay que empezar un diálogo "primitivo", aunque se está empezando a "andar un camino", si bien la solución no llegará "ni en un mes ni en dos".
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