José Salvador Murgui. FOTO EPDA Querido Dámaso:
En los años 70, el
siglo pasado, un cantante de Alcoy, con una voz magnÍfica, embelesaba los
corazones de los enamorados con temas de amor, uno de las canciones que me llamó
la atención se titulaba “Algo de mÍ” y la canción empezaba así: “Un adiós, sin
razones, unos años sin valor… Me acostumbré a tus besos a tu piel color de
miel, a la espiga de tu cuerpo a tu risa y a tu ser. Mi voz se quiebra cuando
te llamo y tu nombre se vuelve hiedra, que me abraza y entre sus ramas, ella
esconde mi tristeza. Algo de mí, algo de mí, algo de mí se va muriendo. Quiero
vivir, quiero vivir, saber porque te vas amor. Te vas amor, pero te quedas
porque formas parte de mi, y en mi casa y en mi alma hay un sitio para ti”.
¡Canal 9, en mi
casa y en mi alma hay un sitio para ti!
¡Canal 9, ¿Por
qué? ¿Qué nos ha pasado? ¡
¡Canal 9, el canal
de todos los valencianos, nuestra televisión, nuestra melodía, nuestra
sintonía… nuestra voz: Se ha apagado!
Han sido mas de
veinte años de caras conocidas, de rostros amigos, de personajes populares, de
programas discutidos, de televisión en valenciano, en la nostra llengua, y cuando vienen las vacas flacas, cuando todo es malo… llegan las
malas noticias, los ERES de los que tantas veces he hablado, la corrupción a la
que tantas veces he condenado, y las sentencias que dictan los Juzgados. De nuevo aparece mi fe en la JUSTICIA.
Y las sentencias son para acatarse.
No voy a entrar en
los comunicados, no voy a hablar de cómo se ha dado la noticia, no voy a
censurar a nadie… no me siento autorizado. SÍ que voy a decir yo como la he
recibido.
Esta tarde he ido a
Valencia, sobre las siete de la tarde pasé por la puerta del Palacio de la
Generalitat y vi a unas personas hablando con una persona del gabinete del
Presidente. No le di mayor importancia, vi coches oficiales aparcados y pensé
que había algún acto oficial. ¡Ingenuo de mí!
A las veintiuna
horas volví a pasar por el mismo lugar. Eran muchas personas las que estaban en
la esquina de la plaza de Manises con la calle Caballeros, rostros conocidos,
rostros despedidos, caras angustiadas, mentes laceradas… las luces de Palacio
estaban apagadas, solo había Policía Nacional en la puerta, y algunos vehículos
de la Policía Nacional, Local y Autonómica.
Y empezaron los
gritos ¡Fabra dimisión!... no entendía nada, no sabía nada. Estaba muy cerca de
allí cenando con un periodista, y en el teléfono móvil pude ver el vídeo de “youtube” donde en el noticias
de las veinte treinta horas, leían el comunicado de los trabajadores.
Pensé en mi
interior… esto es “el silencio de
los corderos” no como la película,
sí como la frase. Algo de
mí se va muriendo. Terminada la cena y pendientes de los Facebooks, Twitter… y
demás medios digitales, volvimos a pasar por la puerta de Palacio, y a esa hora casi las doce no quedaba
casi nadie… pero las caras de los presentes no transmitían ninguna
satisfacción.
Volví a Casinos, en el coche ninguna emisora
de radio, decía nada, entré en casa y puse la televisión en marcha, en Canal 9,
un reportaje de archivo sobre la Riada de 1957. En Canal 9 Noticias, las
procesiones de Semana Santa de Orihuela. ¡Dios mío esto no toca ahora, si casi
estamos en Adviento, como están emitiendo procesiones de Semana Santa! No era
la procesión, era el preludio del Calvario que Canal 9 esta viviendo.
En este canal
llegaron las noticias, y el presentador con gesto triste empezó a narrar los
hechos que no voy a repetir. Sí que presencié lo que vi por el “youtube” la
presentadora Amalia Sebastián y todos sus compañeros al lado, leyendo el comunicado que
todos conocemos.
Y en ese momento me
saltaron las lágrimas. En ese momento sentí la impotencia, el dolor, la NO
RESIGANCIÓN, por que en ese momento vi, que algo de mií se había muerto. Ya no es la sentencia,
que hay que acatarla, ya no es aquello de si la TV Valenciana es de éste o del otro, ya no es como y
quien ha hecho las cosas, solo es que hay un hecho, el cierre de CANAL 9.
¡Que jóvenes éramos
cuando empezó esta historia de amor! Como han pasado los años, Joan Monleon,
“Parle vosté”, “Tómbola”, “Amor a primera vista” ¡que recuerdos! Con el paso de los años, fuimos
pediendo el valor, de lo grande hicimos nada… perdimos nuestra huella, perdimos
nuestro amor.
Eso nos esta
pasando a los valencianos, SEÑORES, SEÑORAS, estamos y hemos PERDIDO NUESTRA
IDENTIDAD como pueblo. Así de cruel, así de sencillo, así de dramático.
¿Cuántas cartas he escrito apelando a estas cosas? ¿Cuántas veces no he callado
y se me ha tildado de duro, de radical…? ¿Cuántas veces he dicho desde esta
mismas líneas ¡Basta ya!? Son
muchas y repetidas cartas diciendo lo mismo, y el tiempo me esta dando la
razón. Triste razón. Triste imagen. Triste día.
Acabo con mal sabor
de boca. Y acabo con una confidencia. Hoy día 6 de noviembre hace años que a mí
me ocurrió un hecho importante, tal día como hoy en 1996, me dieron la VARA DE
ALCALDE DE CASINOS, por haber ganado limpiamente unas elecciones, y un pacto
contra natura me la usurpó en su momento. Una sentencia me la devolvió hoy hace
años, y el pueblo la ratificó dos
veces seguidas más. Pero fue una sentencia quien dio la paz social, el
progreso, el trabajo, el afán de superación, y la categoría para que un pueblo
dividido por muchas razones, con el paso de los años lograra una consolidación
democrática y un proyecto de modernidad y bienestar.
Hoy unos años
después otra sentencia, ha dado y quitado razones a un ERE, que las
consecuencias no me atrevo a calificar. Es mi último pensamiento de hoy, con
tanta gente parada, con tanta gente joven válida, con tanta gente tan preparada
y cualificada… ¿no podemos hacer algo para que esto cambie? Lo dejo en una pregunta.
Pero si he de
buscar una respuesta pido por favor a quien corresponda que dejen de tomarse
compromisos y medidas necias, que solo nos llevan a rectificaciones como lo
ocurrido con las becas Erasmus, y el drama de Canal 9 que estamos presenciando,
ya lo ha dicho Tonet el de la Alquería Blanca: “tendremos que emigrar, aquí no
nos dejan trabajar…”
En 1971, la
discográfica Hispavox, sacó un disco de una cantante que se llamaba Mari Trini,
“Yo confieso” Es mi hora yo
confieso. Es nuestra y vuestra hora,
confesemos que el mayor error que hemos cometido es que “el orgullo y la
soberbia, han sido nuestros Rocinantes, la montura y sus espuelas…”
“Confieso
haber mentido, a quien la verdad pidiera,
digo
haber vestido al pobre por… por no mirarle siquiera.
Y
confieso mis errores, porque mi final se acerca,
Y he
tenido miedo a todo. El último acto llega.
Yo confieso…
yo confieso como puedo, a mi manera”
¿Será tarde para
rectificar? Píenselo.
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