Pere Ferrer Como un ciclo natural de vida, este otoño en València nos deja innumerables hojas caídas, frío y lluvia como hacía tiempo no se conocía. Nos ha dejado, también, en su letanía los coros y palmas de una multitud que ha recordado aquel mítico ‘Radio Ga Ga’, tras el estreno de Bohemian Rhapsody y nos ha quitado de cuajo M80. 25 años de una emisora que mantuvimos sintonizada muchos de nosotros cuando éramos jóvenes y en el radiocasete buscábamos su dial (96.1 FM para València). Recuerdo descubrir en ella música de la época de los años 80, 90 y algo más. Y cómo esas mismas melodías se convertían en clásicos que seguíamos escuchando pasados los años. Con emisoras como M80 pasamos de modernos a nostálgicos, sin reparar en que lo que hacíamos era madurar con ella. Recuerdo escuchar aquel ‘Vuelo 605’ de Ángel Álvarez, de madrugada cuando volvía de fiesta, o grabar aquel programa con el sucinto título de ‘Agua’, donde descubrí el chill out y otras reminiscencias musicales que me hacían más llevaderas las resacas dominicales. Tantos y tantos recuerdos asociados a la música, las voces y la fiel compañera que siempre ha sido la radio.
Así que otoño es sinónimo de caída y M80 y toda su programación se han caído de la parrilla, pero como decía Freddie en su canción de homenaje a la radio:
‘No te conviertas en un ruido de fondo…
tú tuviste tu tiempo, tú tuviste el poder, pero todavía está por llegar tu mejor momento…
radio…
quédate por aquí, porque quizás te echemos de menos, cuando crezcamos cansados de todo este mundo visual…’
Sin embargo, ahora parece que vivimos sujetos a una actualidad cambiante y lo vamos asimilando. Sujetos a un caos en lo que nada es para siempre pero todo continúa bajo distintas apariencias. Una contradicción que nos obliga a reinventarnos constantemente y esto señala también a los medios de comunicación. Hemos llorado el cierre de M80 porque, como en muchas ocasiones, el éxito genera réplicas que te acaban despojando de tu propia personalidad. Réplicas como Kiss FM, Rock FM, Melodía FM… y aún no hemos asimilado el duelo y ya le estamos dando la bienvenida a ‘Los 40 Classic’.
La historia de las empresas y, concretamente, de las empresas de comunicación parece estar sujeta, afortunadamente a esa teoría que advierte que la energía ni se crea ni se destruye, solo se transforma. Pues, bienvenida sea dicha máxima. Yo siempre estaré del lado del (medio) débil, aunque la radio se cimbrea cual junco en un día de viento racheado, flaquea, pero resiste. La radio me cautivó desde que pisé un primer estudio, a pesar de contar con un nefasto profesorado.
La radio, hoy, se aleja del dial y sobrevive, se desenvuelve en la red con soltura, se vuelve flexible y cómoda con los podcasts. La radio es ese medio que engancha a los de dentro, los que la ‘cocinan’ y a los de fuera, los que la disfrutan, porque si se hace con sentimiento nunca será un ‘ruido de fondo’.
Así que larga vida a Queen y a su majestad la Radio.
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