El nuevo equipo de
gobierno de Ribarroja ha procedido a eliminar los tornos que hasta ahora
impedían el acceso libre de todos los ciudadanos de la localidad al edificio del
ayuntamiento en sintonía "con los
nuevos tiempos que imperan en nuestra sociedad en las que el patrimonio pagado
con fondos de todos los contribuyentes no puede estar restringidos por el
caprichos de unos políticos más pendientes de convertirlo en un búnker que en
un espacio público".
Los
tornos que restringían la entrada al consistorio se instalaron hace más de un
lustro con una inversión que superaba los 24.000 euros en total. Su misión
consistía en impedir el libre acceso a todos los vecinos de Riba-roja de forma
que para franquear la entrada era necesaria la identificación de la persona o
usuario como condición indispensable para visitar cualquier departamento o
delegación.
El
alcalde de Riba-roja, Robert Raga, ha recordado que los antiguos tornos se han
retirado en los últimos días "como
una muestra del claro ejemplo de apertura y participación que este gobierno
progresista pretender instaurar en la gestión del día a día de los recursos
públicos del que el edificio consistorial es el máximo ejemplo de la soberanía
del pueblo".
Según
Raga, los tornos que impedían el acceso hasta ahora fueron instalados por el
anterior gobierno del Partido Popular esgrimiendo para ello "razones de seguridad en el edificio
pero sin ningún tipo de fundamentación ya que lo único que realizaban era el
libre acceso a un lugar emblemático en el que todas las personas pueden sentir
como suyo propio sin ningún obstáculo adicional".
Los
antiguos tornos que se han retirado del edificio de entrada se han depositado
en unas dependencias municipales a la espera de poder darle un uso alternativo
al mismo aunque nunca con la intención de impedir y restringir el acceso a un
espacio público sufragado con fondos municipales.
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