Ana Gómez
Ana Gómez Los Reyes son los niños y niñas. Pero hay
algunos reyes que lo tienen más difícil. Y es que uno de cada tres niños está
en riesgo de pobreza y exclusión en la Comunidad Valenciana. Es una realidad
que duele en lo más profundo, que saca a relucir lo peor de nuestra sociedad.
Muchas familias hacen verdaderos encajes de
bolillos para que sus hijos e hijas vayan a las excursiones del resto de la
clase, que participen en clases de repaso extraescolares, que tengan las gafas
graduadas, y por supuesto, ahora en Navidad, que reciban sus regalos.
Así es. La brecha entre el exceso y la falta de
juguetes o de regalos es cada vez mayor. Por eso, es momento de reflexionar sobre
las compras que realizamos, qué tipo de productos consumimos y qué valores
regalamos a nuestros pequeños, y sobre todo, si somos capaces de solidarizarnos
con quienes no tienen recursos.
Hace ya muchos años que en Cruz Roja no
recogemos juguetes usados, sólo nuevos y de carácter educativo. La experiencia
nos dice que hay muchos ciudadanos que entienden la solidaridad como
desprenderse de algo que ya no queremos. No hay niños ni niñas de primera ni de
segunda. Todos son iguales.
La infancia es una etapa fundamental, en pleno
desarrollo y crecimiento, y la pobreza infantil incide en nuestro futuro
directamente. Por eso, estos días, es el momento de los niños y niñas, de la
solidaridad bien entendida, y de replantearnos que el mejor regalo no sólo es
un montón de juguetes, sino tiempo para compartir y para educar en valores a
los más pequeños.
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