El periodista de Port de Sagunt Paco Quiles en el Parlamento Europeo. EPDA
El
periodista de Port de Sagunt Paco Quiles ha vivido muy de cerca el
atentado terrorista que ha tenido lugar en Estrasburgo. Quiles
trabaja desde hace meses en el Parlamento Europeo como periodista y
justo ayer, por suerte, se retrasó en su horario habitual de salida.
"Vivo en el centro, donde se ha producido el tiroteo, y todos
los días salgo del trabajo a las seis menos cuarto de la tarde, pero
ayer justamente tenía que hacer una sesión de fotos y luego me
entretuve en otro evento y me retrasé. Gracias a todo eso ayer no
salí a la hora que me tocaba, sino a las ocho menos cuarto más o
menos", narra el periodista.
Pocos
minutos antes de que se produjera el ataque terrorista, Paco Quiles
cogió un autobús para trasladarse al centro donde reside,
acompañado por otros compañeros. Y fue entonces cuando a través
del whatsapp se enteró que se había producido un atentado justo en
la zona donde vive. "Al principio nos dijeron que había sido
una falsa alarma, pero después las malas noticias se confirmaron",
apunta Quiles.
El
grupo bajó en la primera parada en busca de un escondite. "Primero
estuvimos en una cafetería una media hora, hasta que nos tiraron
porque decían que cerraban. Fuimos a buscar otro sitio donde
escondernos y preguntamos en un restaurante pero nos dijeron que no
tenían sitio para cenar, que esperáramos fuera a pesar de que les
dijimos que era para escondernos. Seguimos buscando un escondite en
dirección opuesta al centro, de hecho veíamos a gente que huía del
centro, y finalmente vimos a un matrimonio entrar en una finca y les
pedimos que nos dejaran entrar para escondernos al portal",
cuenta Paco Quiles.
El
periodista de Port de Sagunt estuvo escondido en el portal unas cinco
horas con unas siete personas más a la espera de las noticias de la
policía. "El matrimonio nos bajó agua, fruta y algo de comer y
hasta nos dejaron usar su baño", afirma Quiles.
Tras
cinco horas encerrados, el grupo decide trasladarse de nuevo al
Parlamento Europeo ante la imposibilidad de ir a casa porque el
centro "estaba todo acordonado y no era seguro", afirma
Quiles. Pasadas las una de la mañana deciden llamar al Consulado de
España y "nos dicen que no pasaba nada, que podíamos volver al
centro, pero una circular del departamento de seguridad del
Parlamento nos avisa que continuáramos escondidos", matiza
Quiles.
Finalmente,
"volvimos pasadas las 4 de la madrugada al centro, a nuestra
casa. Todo el centro estaba lleno de policía". "He pasado
toda la noche con pesadillas", ha concluido Quiles.
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