Pie de foto La compañía
valenciana especializada en jardinería urbana y perteneciente a Grupo Projar,
Paimed, ha logrado prescindir de fumigaciones químicas manteniendo el buen
estado de árboles y palmeras en Carlet. Prueba de ello son las 975 palmeras que
pueblan los parques, jardines y lugares públicos de esta localidad valenciana ya
que han sobrevivido a la plaga del picudo rojo con una mortandad de cero palmeras
en el último año.
Este hecho se
ha logrado gracias a un tratamiento integrado de la plaga, mediante el estudio
individual de cada palmera y la aplicación del tratamiento más adecuado, según
el nivel de infestación, incluso decidiendo las que no precisan de ningún
tratamiento.
En los
ejemplares intervenidos, se ha optado por la combinación de varios tratamientos
que han obtenido una efectividad alta en la supervivencia de las palmeras.
Estos son la endoterapia y el tratamiento por control biológico. Además, con
estos tratamientos se han eliminado totalmente las fumigaciones químicas que
resultan dañinas para las personas, los animales y el medio ambiente.
Dominio de las distintas técnicas
Paimed es una
de las compañías pioneras en aplicar un protocolo de tratamiento contra el
picudo rojo adaptado a cada palmera gracias a que cuenta con técnicos
capacitados para decidir qué técnica utilizar en cada caso. La elección de uno
u otro tratamiento depende de factores como la especie de palmera, la ubicación
y su cercanía con la población, el grado de infestación del ejemplar o
criterios económicos.
En el caso de
Carlet, las 975 palmeras, en su mayoría de especie Whasingtonias robusta, Phoenix
dactylifera y Phoenix canariensis, ha
condicionado, junto al resto de factores, su tratamiento evitando las
fumigaciones químicas.
En este
sentido, Paimed apuesta por la aplicación y combinación de las distintas
técnicas existentes y destaca la necesidad de que un técnico cualificado decida
en cada ejemplar el tratamiento a utilizar para evitar el uso de las
fumigaciones químicas.
En la
localidad valenciana de Carlet se han aplicado tratamientos como la
endoterapia, una inyección del tratamiento directamente al tronco de las
palmeras que permite su reparto por todo el ejemplar a través de la savia, y el
uso de hongos. Estos últimos afectan mortalmente a los ejemplares del picudo en
cualquiera de sus fases. Y en los casos extremos, incluso la realización de cirugías
cuando es necesario tratar una palmera afectada.
Estos tratamientos,
según el Director del Área de Servicios del departamento de Paisaje y Medio
Ambiente en Paimed, Francisco Pérez, “son compatibles, se pueden combinar en
los ejemplares y son totalmente inocuos para la salud de las personas y
mascotas, sin necesidad de aislar la zona de tratamiento y sin pulverizaciones
que afecten al medio ambiente”.
Sin embargo, las
pulverizaciones químicas obligarían a aislar la zona tratada y a tener que
realizarlas durante las noches o fines de semana, sobre todo si se trata de
colegios o zonas con mucha afluencia de personas
Evitar pulverizaciones químicas
Los fumigaciones,
explica Francisco Pérez, “además de proyectar agentes químicos al aire y medio
ambiente se les suma el inconveniente de que las pulverizaciones químicas en
espacios públicos están muy limitadas por
la legislación y cada vez hay menos productos registrados para este uso, lo que
obliga a la búsqueda de tratamientos alternativos como la endoterapia y el control
biológico”.
El objetivo de
evitar fumigaciones químicas se ha conseguido también en arbolado público, para
combatir plagas como la procesionaria y el tomicus en pinos o la cochinilla en el
ficus. El protocolo utilizado consta de 4 pasos. En un primer momento se
realiza un estudio del estado de las palmeras para comprobar visualmente si
presenta síntomas aparentes de infestación. Después se anotan los datos de
geolocalización de las palmeras para identificar al ejemplar afectado, lo que
les permite poder hacerle un seguimiento y monitorización.
En un tercer
paso, en función del riesgo y el diagnóstico, se decide cuál es el tratamiento
más adecuado de acuerdo a las condiciones de salud del ejemplar. Y, por último,
después de seis meses de su aplicación se realiza un seguimiento para comprobar
la evolución y si el tratamiento aplicado ha sido efectivo.
Paimed está
especializada en ecosoluciones sostenibles, soluciones avanzadas de paisajismo,
bioingeniería y medio ambiente, destinadas a solucionar problemas en la
sociedad y el mundo empresarial como eficiencia energética y reducción del
impacto ambiental. Paimed es una de las compañías pertenecientes a Grupo Projar.
Grupo
Projar
Grupo Projar
nació en 1972 para dedicarse a la extracción y comercialización de turba,
material orgánico que se emplea como combustible y para la obtención de
sustratos. El crecimiento de la compañía ha sido constante y en los años 80
abrió dos centros logísticos en Almería y Murcia. Actualmente cuenta con
instalaciones en Valencia, Madrid, Almería –fábrica y centro logístico-, Málaga
y Lisboa. Y otros puntos logísticos como Barcelona y Pontevedra.
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