Imagen del la película macedonia "Secret ingredient". EFE/Mostra de Valencia
La tercera jornada de la Sección Oficial de la Mostra de Cine de València - Cinema Mediterrani ha presentado dos películas estimulantes con el disparador temático de las drogas: de la ketamina energética de la francesa "L’Enkas" a la marihuana placentera de la producción macedónica "Secret ingredient", que han demostrado que el cine mediterráneo engancha.
En un comunicado, los organizadores del certamen han informado de que "L'Enkas" es una odisea contemporánea donde Ulysee anda en búsqueda de un puerto seguro y "Secret ingredient" es una tragedia que pone sobre la mesa los poderes medicinales de la marihuana.
En el filme francés, Ulysee, recién salido de la cárcel, solo tiene en mente la idea de conseguir dinero y, enfrentado a su madre depresiva y a las facturas que se acumulan, traza un plan con su amigo David para ir de "rave" en "rave" a bordo de un gastroneta vendiendo agua con ketamina.
La directora de esta ópera prima, Sarah Marx, ha explicado durante la presentación de la película que le "interesaba reflejar la ambigüedad de las drogas, cómo pueden ser un elemento curativo y recreativo al mismo tiempo", ya que la madre utiliza la ketamina para salir de una depresión mientras el hijo la vende para uso creativo.
Según las mismas fuentes, "L’Enkas" teje un tejido realista y complejo de vínculos sociales y familiares, lleno de melancolía, inseguridades, trucos sucios y mucho dinero fácil.
"A los protagonistas les une solamente la urgencia del dinero. Todos tienen hambre", ha apuntado Marx, quien ha indicado que no se trata de una película moralista y ha resaltado que le "atrae la gente común, que se cae, se lastima, se levanta, tiene contradicciones y sus propias razones para actuar como actúan".
La Mostra también ha estrenado la primera coproducción macedónica-griega "Secret Ingredient" del director Gjorce Stavreski, que ha sido seleccionada para representar a Macedonia en los Oscars a mejor película extranjera.
Situada en Macedonia, una pequeña república balcánica golpeada por la turbulencia política y socioeconómica durante más de una década, la película no entra en el juego de la previsible crítica social.
Stavreski agrega algunos de sus propios ingredientes secretos y así la historia va más más allá del contexto local hacia un terreno más universal: el de las tensiones familiares no resueltas, los peligros de la supersticiones y el poder curativo del amor.
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