El semáforo instalado en el embarcadero del Saler. EPDA
Dos ciclistas pasan por la gola del Puchol, donde hay proyectado otro semáforo que generará mayor caos de circulación. EPDA Las revindicaciones de las pedanías del Sur no terminan con el anuncio de la Conselleria de Territorio sobre la la paralización del proyecto de bulevar en la Autovía del Saler. Numerosos colectivos y vecinos de los poblados del Sur siguen muy preocupados por la 'pacificación de la CV500' que lidera Compromís en el Ayuntamiento de València, consistente en colocar semáforos en la única carretera que une la zona con la capital valenciana. De hecho, el hartazgo por el ''abandono'' total del Consistorio ha provocado que grupos de vecinos de El Palmar y Perellonet hayan mantenido varias reuniones en las que se ha llegado a plantear la posibilidad de pedir la segregación de estas dos pedanías respecto de la capital. ''Nos sentimos abandonados. En lugar de hacer hincapié en mejorar la calidad del agua de la Albufera y limpiar los montes del parque natural, se dedican a poner obstáculos en la carretera en forma de semáforos. El del embarcadero del Saler ya es una realidad y ahora falta el de la Gola del Puchol, con parking para que pueda parar la gente enfrente. Si éste se pone, llegar a El Parlmar y Perellonet costará hora y media o dos horas en verano'', ha lamentado un portavoz de estos colectivos.
Las mismas fuentes creen que hay que escuchar a los vecinos y que los políticos ''deben buscar soluciones concretas para cada pedanía, pero sin perjudicar la circulación, puesto que algo bueno para una zona puede acabar hundiendo al resto. En el Saler, por ejemplo, para cruzar al embarcadero estaba la pasarea aérea, que tiró un camión municipal. Antes que un semáforo podría haberse facilitado el acceso por la pasarela, haciéndola más accesible, por ejemplo'', añaden. Desde El Perelló, su alcalde, Juan Botella, ha explicado a El Periódico de Aquí que en el caso del semáforo de la Gola del Puchol, hay ''una posibilidad de atravesar por abajo, de manera que no haría falta un paso de peatones y un semáforo''. Este punto se considera muy conflictivo puesto que se trata de una zona donde paran muchos turistas a tomarse fotografías, que aumentarán en número cuando se habilite en frente un aparcamiento.
INSPECCIONES EN EL PALMAR
En este contexto, la respuesta del Ayuntamiento de València a las reivindicaciones, quejas y movilizaciones de estas pedanías ha llegado en forma de inspección por parte de la Policía Autonómica de los embarcaderos de El Palmar, ayer jueves. ''Han estado pidiendo licencias a los restaurantes con embarcadero, que saben que obviamente no tienen porque el PRUG ni está ni se le espera. Esa es la respuesta a la ronda de comunicaciones con los colectivos vecinales que anunció el concejal Sergi Campillo'', denuncia una vecina. Otro, también de El Palmar, recuerda que ningún embarcadero tiene esta licencia, ni los públicos de Silla, Catarroja o Sollana. ''Es una vergüenza. Ante nuestras reivindicaciones legítimas para que no hundan El Palmar, la respuesta oficial es venir a coaccionar'', añade.
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