Sergio López (CEO de Viviendea) Alejandro Jiménez Díaz, en adelante AJD, ha decidido comprarse una vivienda ahora que tiene claro que será el banco, en adelante “el malo”, y no él, el que abone el Impuesto de Actos Jurídicos documentados en la constitución de la hipoteca, en adelante AJD(bis).
Así que AJD no pagará el AJD(bis) ya que “el malo” lo hará por él. Y AJD feliz. Y con ello se ha conseguido que el debate caiga en una batalla para dilucidar si el AJD(bis) lo paga “el malo” o el propio AJD. Y ahí nos hemos quedado, sin mirar más allá, en un debate sin ganador. Nos han puesto un cebo y hemos picado. Alejandro, Jiménez, Díaz y todos los demás.
El AJD es un impuesto, como tantos otros, que se abonan al comprar una vivienda. Los que el comprador ve y los que no ve, o no quiere ver, mientras debate entre AJD(bis) y “el Malo”. Entre los que ve, el 10% de IVA en obra nueva o el ITP en segundas transmisiones, también al 10% y el famoso AJD(bis) del préstamo hipotecario, que pague quien lo pague, al final lo pagaremos los mismos. Entre los que no se ven, tasas municipales, el impuesto de construcciones, instalaciones y obras, en adelante ICIO, que abona el promotor para poder edificar pero que al final repercute en el comprador, más AJD(bis) en declaración de obra nueva y división horizontal, y así hasta completar entre un 18% y 22% de impuestos en la compra de una vivienda de obra nueva. Un más que interesante 20%, de media, sobre un derecho constitucional. Lo que es lo mismo, 20.000€ por cada 100.000€ son impuestos. Porque no nos queramos engañar (o que no nos quieran engañar), para el promotor y para “el malo”, los impuestos son un gasto que repercute en la operación.
Desde sus puestos, aquellos que han puesto el impuesto se ponen medallas porque, para ellos, “el malo” pagará el AJD(bis), que para eso es “el malo”, cuidando además que así sea, no vaya a ser que se lo repercuta al comprador y AJD y el resto estaremos contentos y les continuaremos votando, para que continúen en sus puestos, con sus impuestos.
Al promotor lo tildamos de ladrón y usurero por obtener beneficios de entre el 15% y el 20% por la venta de una promoción de viviendas. A ver si “el malo” no es el Banco y Alejandro, Jiménez y Díaz (y todos los demás) centramos el debate en otro punto... No sé, por ejemplo, ya puestos ¿Hablamos de impuestos?
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