Sergio López, CEO de Viviendea Hay dos citas en el mundo del emprendedor que siempre se ponen encima de la mesa. Una pretende asustar, invitándonos a salir de la zona de confort: "Allí fuera, en algún garaje, hay un emprendedor forjando una bala con el nombre de tu compañía" y otra que no solo lo pretende, sino que va directa al grano, a intimidar sin reparos: "En 10 años habrá dos tipos de empresa, las que han apostado por la transformación digital y las que no existan".
Ni todo es luz, ni todo oscuridad. Como buscan los fotógrafos, la luz tenue de un amanecer o un atardecer, el punto medio, el equilibrio, es lo que tenemos que buscar.
Fácil de decir, aún más de escribir, pero ¿cómo lo aplicamos en un sector tan conservador como lo es el inmobiliario? Sencillo, con un primer paso. Y cuanto más tardemos en darlo, más fácil será que repitamos errores del pasado.
Uno de esos primeros pasos se ha dado desde el colegio de arquitectos con unas jornadas sobre Transformación Digital, dirigidas a cualquier agente del sector con ganas de hacer las cosas de una forma diferente. Desde aquí no podemos dar más que la enhorabuena por la iniciativa.
Pero pocos pasos más daremos si no es toda la cadena la que se cree la digitalización, desde el principio al final. El mapa de las Proptech español crece por días, siendo actualmente más de 250 empresas las que ofrecen soluciones digitales en cualquiera de las fases del proyecto inmobiliario. Mucho donde elegir por donde empezar a utilizar las soluciones digitales perfectas para nuestra empresa.
Hablamos de BigData, Blockchain, Crowfunding, Crowlending, Realidad Virtual, Realidad Aumentada, Internet de las cosas, plataformas digitales, aplicaciones móviles, SIG, industrialización, mejora de procesos, etc… Todo suena a nuevo y lo nuevo muchas veces genera rechazo. De nosotros depende seguir avanzando, de nosotros depende el primer paso.
Del sector depende (y mucho) la forma en la que abordamos la digitalización. ¿Seguiremos haciendo lo mismo?, eso sí, con muchos más datos e información sobre la mesa, pero ya sabemos a donde nos lleva ese modelo, o más bien, por favor, aprovecharemos la ocasión, para crear un mercado basado en los servicios, centrado en entender al cliente final, al comprador de la vivienda (no robándole los datos, escuchándole), generando la oferta en función de sus necesidades, creando a su vez un mercado sostenible y de crecimiento controlado… vaya quimera, pero suena bien. Recuerden, evitemos otra burbuja inmobiliaria, nos interesa a todos ¿verdad?, ¿damos ese paso?
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