Ganadores de los premios Vila de Puçol. EPDA
El viernes 5 de octubre, el Sindicato Agrícola ha
acogido un año más la entrega de los premios Vila de Puçol de pintura,
literatura y poesía, unos galardones que comenzaron hace 34 años sólo en el
ámbito literario, como una apuesta por la defensa de la cultura valenciana y,
posteriormente, se han ido sumando otros ámbitos culturales. Manuel Bellver,
Josep Enric Calero y Alexis Hernández han sido los ganadores de este año.
Manuel Bellver Bayo, de
Albalat dels Tarongers, se ha proclamado ganador del XXII Certamen de Poesía
Josep Mª Ribelles, con la obra Claror
dels marges. Tras agradecer la existencia de un premio de este tipo que
ayuda a mantener viva la memoria de un poeta como Ribelles, Bellver narró la
anécdota de cómo conoció al autor de Puçol: «Yo tenía quince años, iba en el tren a Sagunto y un señor sentado junto
a mí se sorprendió de que yo estuviera leyendo a Rilke. Charlamos todo el viaje
desde Valencia. Al llegar a Puçol, antes de bajar me recomendó que leyera a
Català, un poeta de Sagunto y, al despedirse, me dijo que se llamaba Josep
María Ribelles. Fue el primer poeta que conocí en mi vida».
Un
título muy cinematográfico, Hitchcock al
sofà, ha servido a Josep Enric
Calero i Martí, de Benigànim, para obtener el primer premio en el XXXIV
certamen literario, con una obra en la que el lector encuentra «suspense, misterio, crimen, humor negro y
psicología atormentada», aseguró su autor. «Se trata de una colección de relatos que homenajea a un Hitch que, como
en sus películas, está omnipresente, pero no en primer plano, sino como fondo
de pantalla, sugerido».
En
cuanto al premio de pintura, Alexis
Hernández Díaz, de Buñol, ha sido el ganador este año, con la obra La feria. Como sus compañeros, el pintor
señaló la importancia de este tipo de concursos que ya cuenta con más de tres
décadas «y que este año ha apostado por
pinturas no tradicionales, como la técnica mixta sobre papel, que es mi caso:
un conjunto de elementos que en apariencia tienen un significado, pero si
miramos más de cerca descubrimos una serie de figuras que dotan de otro
significado a todo el conjunto».
El
inicio de la semana cultural en torno al 9 de octubre ha contado, además de la
entrega de premios, con la presencia del autor Carlos Cano, que narró una anécdota recientemente vivida en primera
persona, para ilustrar cómo la defensa de la cultura sigue siendo necesaria: «En una biblioteca montada por los vecinos de
Olocau me encontré con libros rotos, libros en valenciano, rotos sin ningún
motivo. Pensaba que lo habíamos superado, pero no».
Tras
las palabras de la concejal Mery Cortell
y la alcaldesa Lola Sánchez, un vino
de honor sirvió para dar paso al protagonista de la segunda parte de la velada,
el cantautor mallorquín Marcel Cranc,
que ofreció un repertorio íntimo, acompañado únicamente con el teclado, con luz
tenue y temas que invitaban a la reflexión.
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