Quedan 14 días para el primer viaje comercial del AVE Madrid-Valencia, dos semanas para que los valencianos puedan pasar el día en la capital española, viendo, por ejemplo, el Museo del Prado; dos semanas para que los madrileños puedan comerse una paella en el Palmar de Valencia, junto al parque de la Albufera. Todo en el mismo día y a hora y media de distancia gracias al tren de alta velocidad.
El AVE prevé la sustitución del 55% de los actuales viajes que se hacen actualmente en avión entre ambas ciudades y eliminará el 25% de los viajes que se realizan en coche por la A-3. Son previsione realizadas por el director general de Grandes Proyectos de
Adif, Luis María Pérez, durante la inauguración de la jornada "Alta
Velocidad en la Comunidad Valenciana", organizada por el Colegio de
Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de la Comunitat.
Otros datos aportados por Luis María Pérez son que el AVE absorberá el 5% de los viajes que se hacen en autobús, además de que durante el primer año de funcionamiento el tren de alta velocidad transportará a más de 3,5 millones de pasajeros, de los cuales casi un millón serán nuevos usuarios, por lo que éste es el verdadero impacto del AVE para ambas capitales. En definitiva, de todos los desplazamientos entre la primera y tercera capitales de España, 4 de cada 10 se harán en AVE.
Asimismo, recuerda que la puesta en funcionamiento afectará a un total de 13 millones de habitantes, lo cual favorecerá "la concentración de
población, el transporte por ferrocarril y mejorará las
comunicaciones con desplazamientos inferiores a dos horas y media" y
potenciará la capacidad para atraer el turismo.
"Estas infraestructuras convierten a España en el país de Europa
con más alta velocidad", según palabras del director de Adif, quien ha destacado otros efectos positivos, como
"la vertebración territorial, la cohesión social, el progreso
sostenible y el fortalecimiento del tejido productivo".
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