El ministro del AVE, José Blanco, confirmó ayer que el tren de alta velocidad llegará a Alicante en 2012 y a Castellón en 2014 porque, según dijo, ''una de las prioridades es el impulso preferente de aquellas
infraestructuras que más contribuyan a la competitividad de la economía
y a la vertebración territorial".
Esos eran los plazos previstos inicialmente para que el tren de alta velocidad arribase a las otras dos capitales de la Comunitat Valenciana, tras la llegada del AVE a Valencia el 19 de diciembre, pero la crisis económica hacía peligrar el cumplimiento de dichos periodos. Ahora, el ministro de Fomento despeja cualquier duda al respecto y recuerda que la llegada del AVE supondrá "un
avance que va a trascender a nuestra generación y a la de nuestros
hijos".
Primero fue el AVE Madrid-Sevilla, en 1992; después el Madrid-Barcelona, más recientemente, y el próximo 19 de diciembre serán Madrid y Valencia las ciudades que queden conectadas a hora y media gracias al tren de alta velocidad. Pero, ¿para cuándo la segunda y tercera capitales españolas?
El lobby que agrupa a más de 100 empresas y organismos públicos, Ferrmed, que aboga por mejorar la comunicación por el Corredor Mediterráneo, en una reciente reunión en Valencia ya recordó que al ''triángulo de oro ferroviario español que forman Valencia, Madrid y Barcelona'' tendrá dos patas a partir del 19 de diciembe, pero le seguirá faltando una, fundamental, la del AVE Barcelona-Valencia.
Según dijo en su momento Joan Amorós, secretario general de Ferrmed, es "increíble que las dos
principales ciudades de España después de Madrid no estén conectadas
por una línea de AVE, y otras ciudades menos importantes sí".
Ferrmed
reivindica el AVE Valencia-Barcelona "no sólo por el transporte de
pasajeros, sino porque la nueva línea liberará las vías convencionales
para el tráfico de mercancías", según dijo en el Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de la Comunitat Valenciana, donde Ferrmed hizo público un manifiesto que presentará en el Parlamento Europeo el 12 de enero para que la Unión Europea considere prioritario el Corredor Mediterráneo.
Otras reivindicaciones
Pero no es la única reivindicación en España. En otras muchas ciudades esperan con más o menos paciencia que se cumplan los plazos previstos para no quedar descolgadas de la modernidad que supone el AVE. Regiones como Andalucía, por ejemplo, la primera en tener una línea de alta velocidad desde el centro de España hasta Sevilla, ve cómo van acumulando retrasos los proyectos previstos en esta comunidad autónoma.
Así, si Málaga todavía llegará a tiempo para ver cumplidos los plazos inicialmente previstos para unirse vía AVE con Sevilla, las dos provincias más orientales, Granada y Almería, vuelven a quedar descolgadas. En el caso granadino, el compromiso de que el AVE llegaría en 2011 será incumplido, pudiendo retrasarse este importante acontecimiento hasta el año 2015.
La crisis deja también en suspenso muchos compromisos ferroviarios, sobre todo en el norte de España, y posterga, sine die, la construcción de un eje ferroviario en condiciones desde Francia hasta Andalucía que supondría una revolución económica para las comunidades de Cataluña, Comunitat Valenciana, Murcia y Andalucía.
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